Brizna de duda e imaginación frente a fantasía

24 de julio de 09

I
“Todas las fes son nefastas. Habría que enseñar a dudar”. Ramiro Pinilla. Él se refiere, fundamentalmente, a nacionalismos y púlpitos –valga la redundancia-. La duda como motor de vida y principio filosófico es la mejor piedra de toque posible. Ahora, después de ella, defiendo el compromiso. Algunos nihilistas basan su actitud distante con la vida en que la verdad no asoma más que la patita por debajo de la puerta. Bueno, ¿y qué? La patita ya es algo. Si no, que pregunten a quienes nos precedieron: la patita era mucho más que un top-less playero de hoy. Dejémonos seducir por la bondad de la duda y comprometámonos después.
II
Otros dos aljófares de Pinilla. Primero: “Podemos ser felices incluso en la infelicidad. Mientras uno está vivo hay infinitas posibilidades de transformar la realidad. Eso sólo se consigue si eres capaz de controlar tu cerebro. Las cosas no te proporcionan nunca la felicidad, porque ésta viene siempre del interior”. Obvio, pero hay que repetirlo. Segundo, aún mejor: “‘Harry Potter’ y esa clase de libros recurren a una cosa fácil, la fantasía, que es facilísima. Facilísima de inventar y facilísima de digerir. La imaginación, amigo, ya es otra cosa. Por eso los libros con imaginación son más arduos”. En la primera todo vale, en la segunda, no. La primera es espejismo, la segunda nos ayuda a salir de él. Tomemos como propósito del día distinguir fantasía de imaginación.