Brizna de gato siamés

15 de noviembre de 2020


“Los retratos de Modigliani, incluso sus autorretratos, no son el reflejo de lo que ve el ojo externo, sino de esa visión interior”. Cocteau. La subjetividad depende de quien la cuente, pero sin ella no hay nada que contar. Cocteau resalta que los modelos de Modigliani se parecen por la misma razón por la que las niñas de Renoir se parecen, o los modelos de Toulouse-Lautrec. Lo mejor de todo es que al final cada uno se pinta a sí mismo a través de los demás: “La semejanza es el pretexto mediante el cual el pintor pinta su propia imagen. No su apariencia física, sino los misteriosos rasgos de su genio”. Se devela.

Brizna de revoco

24 de octubre de 2020


“Sobre la madera no mesa / aún tronco ciego”. José Bento. Forma antes de la forma. “Diminuta es la muerte”. Es mayor su sonido, una página que pasa.

Brizna de amparos

22 de septiembre de 2020


“El problema para el escritor no es expresar ni enmascarar su Yo, sino darle abrigo”. Barthes. Y zapatos, para que se pueda mover y convertir en Otro.

Brizna de Suiza

19 de agosto de 2020


“El mal funcionamiento de una fábrica provoca una ‘lluvia de chocolate’ por toda la ciudad”. Titular de prensa. Ya ni las plagas son como antes. En breve se contratarán por internet. Al gusto.

Brizna de arcano

19 de julio de 2020

“No hay mejor sitio para esconderse que una confesión”. Rafael Reig. El sigilo sacramental nos protege, a autores y lectores. También la ficción. Que se cruza como una serpiente, desfigurando el camino. Lo que dice Reig va más allá de que en España la mejor forma de guardar un secreto sea escribir un libro. Recuerda, si acaso, a Imre Kertész, al término de La última posada: “Siempre he tenido una vida secreta, y siempre ha sido la verdadera”. La penitencia es seguir leyendo. Madame Bovary siempre eres tú.

Brizna de Fumaroli

25 de junio de 2020 

“Una reanudación con el pasado que no sea de consumo turístico”. Marc Fumaroli, París-Nueva York-París. El tiempo, como una ambulancia. Él, amasando el arte con la poesía, la teología y el Derecho. Un presente sin instalaciones. Con el saber instalado -si acaso-. Más allá de la razón, o de quién la lleve esta tarde-noche.

Brizna de Baja Edad Media

14 de junio de 2020

“Genserico quizás haya sido el primer rey bárbaro que realizó en su reino una organización enteramente feudal. La sociedad quedó dividida en dos clases: la de los señores vándalos, guerreros y dispensados de trabajos impuestos, y la de los siervos autóctonos, que eran romanos cultos y refinados, sin derecho a las armas ni a una representación legal, y ligados a la gleba (…) Nuestro hombre estaba tan lejos, no solo de la cultura sino hasta de la sospecha de toda cultura, que para él un romano culto no se diferenciaba de un romano ignorante, y ambos formaban parte de la misma categoría, la de los enemigos vencidos a quienes había que mantener en esclavitud”. Indro Montanelli y Roberto Gervaso, Historia de la Edad Media. Los bárbaros, quejumbrosos, disfrazados hoy de activistas, algunos con las intenciones mejores, nunca construyeron sociedad próspera. Antonio Escohotado sitúa el origen de esta línea rebelde en Esparta -frente a Atenas-. Le siguen, de un lado, la cristianización del Imperio Romano, en línea con la República de Platón, y del otro, el Imperio de César. Por un lado, la demagogia y la violencia; por el otro, la libertad, la igualdad jurídica y la clase media. Después del vándalo Genserico, Montanelli, a quien hoy los castos no perdonan, años ha, su matrimonio con una menor, se ocupa de la Edad Media, la misma que Escohotado explica tan bien: en el lado a, había asaltos de fincas, de castillos y de ciudades, había guerras de campesinos y el pueblo trabajaba a cambio de seguridad; en paralelo, lado be, había un proyecto más o menos ilustrado que proponía el comercio, es decir: cobrar por trabajar; lo que permitió a unos cuantos desertar de su gleba. “El esclavo está desmotivado. El esclavo es el trabajador más ineficaz que se pueda imaginar”. La línea llega hasta hoy, con los que hablan de racismo sin saber qué es, y, en nombre de la libertad, aspiran a censurar cineastas, películas, canciones y lo que se ponga por delante. Aquellos que pintarrajean las estatuas y las quieren derrocar, socavan, o buscan hacerlo, sin saber, los cimientos mismos de la civilización.

Brizna de ballenas

6 de junio de 2020

“El arte ha de sobrevivir al gusto de su época”. Jaume Plensa. El presente es un corsé. Quienes se aferran al realismo deberían, también, vestir miriñaques, chaquetillas de alamares, pantalón de trabilla. “Publicar no es el problema de la escritura”; “exponer no es el problema del arte”. El problema del arte es el arte mismo. Un movimiento que algunos buscan detener.

Brizna de objetivismo (II)

27 de mayo de 2020

“Cuanto más miras una cosa / más se transforma”. Anne Michaels. Especialmente cuando parece quieta.

Brizna de contratletismo

16 de mayo de 2020

“La espera sirve para irte construyendo. Haces un nido con ella. La espera es un trabajo”. Clara Janés. Ayuda a no salir movido en las fotos. El que corre llega el último.

Brizna de seis doble

7 de mayo de 2020

“Al comienzo del encierro tuve la curiosidad de saber cómo acabarían varios tsundokus [pilas de libros sin leer que uno tiene en casa, normalmente en columnas de inestable equilibrio]. Tenía la ilusión de que alguno desapareciera. He leído bastante (…) y he releído (…) Los tsundokus han aumentado (…) y cambiado de sitio. Si antes había dos en el pasillo y otros dos en el estudio más uno arrinconado en una habitación a oscuras, ahora ocupan gran parte del pasillo, el estudio, el salón, la habitación y amenazan con instalarse en el balcón”. SR GS. Los cuadernos de la vida quieta. Las plagas son indómitas. En el dominó de los libros nadie cierra las partidas. Ponerse con ellos supone derribar una ficha que arrastra las demás en cadena. Cuando haces como que has terminado e intentas guardar las piezas, descubres que en la caja ya no hay sitio. Cada vez menos. Como tiempo en la vida.

Brizna de la tabla del dos

28 de abril de 2020

“Al que me quiere como dos, le quiero como catorce”. Galdós, Fortunata y Jacinta. Exageración, virtud teologal. Galdós sólo me gusta cuando abandona el realismo.

Brizna de Aute

4 de abril de 2020

“Se trata de contar una idea o una emoción de la forma más bella posible. Cuando tengo un embrión, me encierro y, en esos días, apenas duermo”. Luis Eduardo Aute. La inspiración es otro confinamiento. Einstein y Newton se olvidaban de comer.

Brizna de Berrio

31 de marzo de 2020

“El alma elevada en los alcoholes fuertes / (…) / Los dones fortuitos de la providencia. / El amor non sancto de la prostituta / (…) / Toda la poesía de la perdición, / y en la hora señalada el bello gesto”. Rafael Berrio. El talento no basta cuando el éxito es de garrafa. “Puedes ahorrarte el trance de morir matando”. Dijo Ricardo Reis: “Sabio el que se contenta con el espectáculo del mundo”, a pesar de sus desperfectos. A fuer de ellos. Lecciones de bonhomía. “Gocemos el momento, / solemnes en la alegría levemente, / y aguardando la muerte / como quien la conoce”. Qué barbaridad.

Brizna de aire espeso

20 de marzo de 2020

“Y Aschenbach volvió a ser presa de una sensación de angustia, como si el mundo mostrase una leve, aunque irrefrenable, tendencia a la deformación”. Thomas Mann, La muerte en Venecia. Luego, al gondolero se le desprende la parte superior de la dentadura postiza y se le cae sobre el labio inferior. Realismo social no es lo de Gorki, sino lo que hacen Bruegel, El Bosco y todos aquellos espíritus delicados que captan lo grotesco del mundo.

Brizna de Jiménez Lozano

9 de marzo de 2020

“Pues ¡descuida! Todo está anotado / para después del mundo”. José Jiménez Lozano, Los retales del tiempo. La vida -lo eterno-, por encima del mundo -lo transitorio-.

Brizna de Racionero

8 de marzo de 2020

“No aprender por aprender. Aprender para tomarme la vida mejor”. Luis Racionero. De un trago. El flujo de las cosas, un tequila panteísta.

Brizna de garridos

5 de marzo de 2020

“¿Por qué la escritura hace que sigamos la pista del escritor? ¿Por qué no podemos dejarle en paz? ¿Por qué no nos basta con los libros? Flaubert quería que bastasen: pocos escritores han creído con tanta firmeza en la objetividad del texto escrito y la insignificancia de la personalidad del escritor”. El loro de Flaubert, Julian Barnes. Los reconocimientos son necesarios, algunos imprescindibles, pero otros, por obsesivos, son losas mortuorias que delatan la corteza de miras de quien los practica. Yo, que tanto defiendo la autoría, me pregunto si no habría que empezar a defender, contra los cortos de imaginación y los gestores culturales sin cultura y políticos sin frente, una historia del arte por obras y no por autores. Esto de los centenarios tiene, aparte de juicios demasiado éticos sobre las personas -pues hay a quien se los rechazan: Céline-, la consecuencia de descuidar la calle en la que se vive. Primero no les hacen caso y luego les ponen una placa. “¿Cómo es que las reliquias nos ponen tan cachondos? ¿No tenemos la fe suficiente en las palabras? ¿Creemos que los restos de una vida contienen cierta verdad auxiliar? Cuando murió Stevenson, su codiciosa niñera escocesa comenzó a vender calladamente pelo que, según afirmaba, había cortado de la cabeza del escritor cuarenta años antes. Los perseguidores compraron la cantidad suficiente de pelo como para rellenar un sofá”. Esto recuerda la carta de Alfonso de Valdés, secretario de Carlos V, fechada en 1526:  “El prepucio de Cristo lo he visto yo personalmente en Roma, Burgos y Amberes -al parecer existen un total de 14 ejemplares-, y tan sólo en Francia hay a quinientos dientes del niño Jesús.  En muchos lugares se conserva la leche de la Virgen y en otros las plumas del espíritu Santo”.

Brizna de Zúñiga

24 de febrero de 2020

“Pero aquel terrateniente que escribió artículos antijudíos en un periódico reaccionario, que contaba fajos de billetes con sus dedos ágiles, era la vez un poeta notable, autor de una novela magnífica”. Juan Eduardo Zúñiga, Desde los bosques nevados. Importa la obra, no el autor. El puritanismo es una máquina de reducir conciencias. 

Brizna de Steiner

4 de febrero de 2020

“La esperanza y el temor son supremas ficciones potenciadas por la sintaxis”. George Steiner, Gramáticas de la creación. Vivir es alternar combinaciones y secuencias. Caminar es la forma de moverse por el espacio hasta que llega el momento de la muerte. “La esperanza encierra el temor al no cumplimiento; el miedo tiene en sí un granito de esperanza, el presentimiento de su superación. Es precisamente el estatus de la esperanza lo que hoy resulta problemático”. Necesitamos ciudadanos circenses, dispuestos al más difícil. Que piensen, si pueden, en un nuevo género, que entreguen sus energías al naufragio. Que se hundan en el agua como pájaros por el cielo. Lastre es todo aquello que no se hunde con elegancia. 

Brizna de agua, rayos equis y enfermedades no invasoras

20 de enero de 2020

“Cuando empecé a pasar las tardes en el cuarto de baño, no tenía previsto instalarme en él (...) Edmondson opinaba que en mi negativa a salir del cuarto de baño había algo de adustez (…) Una mañana, tras amontonar los productos de tocador en una gran bolsa de basura, comencé a trasladar allí una parte de mi biblioteca. Cuando llegó Edmondson, la recibí con un libro en la mano, tumbado, con los pies cruzados sobre el grifo”. Jean-Philippe Toussaint, El cuarto de baño. El único pero que se me ocurre es el vaho. No le sienta bien al papel. Ese personaje y yo coincidimos con Walser: “Bañarse no sólo es sano / sino también muy placentero. / (…) / Creo que la gente se ha bañado / desde siempre con empeño, / por ejemplo los romanos”. La bañera es un despacho. Ya en la película El anacoreta, un personaje se encerraba igual. Allí recibía visitas y mandaba mensajes al mundo, arrojándolos en tubos de aspirina por el retrete. “A decir verdad, actualmente vivo en un cuarto de baño. El aire es húmedo, pero no importa, porque me gustan los ambientes húmedos y frescos”, dice Walser en una prosa. La gente últimamente no se asea y se exhibe con perfume de ocio que disimula el olor a ausencia de lectura por las redes. “¿Quién que sea un poco serio / sería capaz de mostrarse / desnudo ante sus iguales?”, se preguntaba el suizo. “No el europeo”, se respondía. Ya sí. Todos iguales en todas partes. Paseando por la calle, transparentes, ofreciéndonos un TAC. Ahí los tienes, sobre un túnel de cilindro, opinando, orgullosos, analfabetos. Ellos son su propia prueba diagnóstica.

Brizna de mandamiento

1 de enero de 2020

“Honrar al error como una intención oculta”. Brian Eno, Oblique Strategies. ¿Salir de un atasco es entrar en un éxodo?