3 de diciembre de 09
"En cinco años no habrá canciones ni música". Luis Eduardo Aute. Se rompe la cadena. No habrá grupos nuevos -Internet no democratiza, expande la mierda- y ya veremos qué hace la sofocracia frente a los timócratas de nuevo cuño. Los vacceos luchaban para comer, éstos, para robar. Son una mafia sin rostro. Como deja ver Loquillo en sus manifestaciones, se trata de la misma gente que calla ante los precios abusivos impuestos por las compañías privadas en el ADSL, a años luz de los de Europa. ¿Alguien continúa creyendo que las privatizaciones abaratan? Ahí no hay protestas. Es gente tan burguesita como ignorante, que no actúa ante quien, de verdad, se está riendo de ella, que es El Poder con mayúscula.
La gente es valiente para descargarse música por Internet pero no tiene cojones de hacerse una gasolinera o alunizar contra un concesionario de coches de gama alta.
Los derechos de autor son causa y consecuencia, síntoma preclaro, de una sociedad avanzada que no vive para trabajar y se expone al conocimiento y lo valora.
Os parece caro el único producto, la música, que no ha subido en veinte años. Os parece caro que una novedad valga catorce euros. Aunque venga acompañada de portada artística y libreto. Pero os tomáis sin daros cuenta un par de copas que meáis entre dos coches.
Niños mimados y anarquistas de salón que consideráis que el arte debe ser gratis: ¿creéis que la música no es un oficio? ¿Veis la cultura como algo prescindible? ¿Pensáis que no cuesta dinero componer, arreglar, musicar, grabar, producir, distribuir y promocionar un disco? Es más, como decía una pintada sobre el muro de una facultad: ¿pensáis?