24 de enero de 2012
"En una ocasión estaba en Japón y fui invitado a cenar a casa del gran cineasta Nagisa Oshima. Acababa de perder a su mujer, a la que estaba muy unido. Nos sentamos a la mesa y allí estaba, en una esquina, una foto de ella. Para mi sorpresa, puso un plato en frente de su imagen para que comiera. Después le pregunté por su último guión y me dijo que primero tenía que leerlo ella. Ahí tiene usted un caso de cómo el pasado y el presente suceden al mismo tiempo". Theo Angelopoulos.
La muerte, unas veces esperpéntica, a imagen de la vida; otras, estúpida. A Gaudí le atropelló un tranvía; a Roland Barthes, una furgoneta de reparto; una motocicleta se lleva al director griego y a su mirada de Ulises. Presente y pasado; cruzar la calle es riesgoso. Para colmo, conducía un poli.