7 de octubre de 2013
“No se puede hacer
algo tan bello si no nace del propio dolor”. Eduardo Fraile. Las “conexiones
misteriosas” que Angélica Lidell encuentra en el sufrimiento. Fraile continúa: “Cazó
un ángel (…) luego lo perdió. Como tiene que ser. La vida nos enseña (…) cómo hemos
de perder lo que amamos si queremos que dure para siempre”. La verdad es una tiza imborrable, una nieve
perpetua. Los atisbos indisimulables de la belleza nos informan de que existe el
crimen perfecto si no regresas a la escena.