28 de mayo de 09
En el plazo de ¿tres semanas? han muerto: Javier Ortiz, Antonio Vega, Mario Benedetti, Carlos Castilla del Pino y José Miguel Ullán. ¡Jo-der! De ellos, el único al que no me unía ninguna preocupación estética es Vega. Sobrevalorado, pero buen ejemplo de decrepitud. Su calavera nos recuerda que somos paridos con el objeto de arrastrarnos e inexistir.
De todos, los cinco, guardo recuerdos en primera persona; a algunos los entrevisté. Ahora, muertos, y más coleando que nunca, me dicen con voz neblinosa que la vida es un líquido que se evapora. Y que ni el recuerdo ni sus ideas ni sus libros quedarán. Sólo, cuatro tópicos mal contados. Como un chiste sin gracia. Eso, también, es la vida. O sea, la muerte.