Brizna de decadencia

10 de agosto de dos mil diez

"Dolores Ibarruri fue una mujer que me marcó". Anne Igartiburu. Mira, oye, es verano, los periódicos adelgazan y los contenidos se minimizan. También esta bitácora nota la erección del mercurio.
La entrevista que leo es de hace once años, está bien revisar los periódicos, te llevas sorpresas. Agosto de mil novecientos noventa y nueve. También hace apuntes de Frida Kahlo -que me parece un personaje estival, al que los suplementos veraniegos de los grandes diarios siempre dedican un reportajillo-. La chica no se corta y cita también a Baroja y Chillida. "¿Autodeterminación? No me interesa mojarme. Sería cuestión de que quitases el micro y te contase cosas". Deducimos que la Anne del siglo pasado era mejor de la que es hoy, víctima de sí misma y su tontería. A. M., sabia, me replica: "A lo mejor es así la chica". "Yo creo que si a Platón le pones tres años a todas horas con ovejas termina haciéndose pastor".
Dos días después, la misma sección de entrevistas arroja el siguiente titular: "Me gustan las barriguitas". Lo dice el apolíneo Nacho Duato.