12 de abril de 2014
“Europa debe
despertar”. Riccardo Muti. Bella durmiente espera beso. “Deteriorada la
ética, el entretenimiento y la frivolidad han hecho de la cultura un fenómeno híbrido
y comercial”. Los gobiernos dejan la profundidad para los peces. “El mundo se
relaciona por sms con cien palabras
inglesas mal escritas (…) Los occidentales hemos dejado de leer”. Da la impresión
de que el director es un personaje de Kassel
no invita a la lógica, donde también se habla de “la suerte trágica de
Europa” -amortajada hace tiempo- y de “la
fatiga mortal de occidente”, donde todo es frío y lleva exánime “desde los
primeros errores imperdonables”. Algo relacionable con filmes de Godard, Angelopoulos,
Von Trier, Oliveira. “Veo que Europa es una extensión sin vida (…) No hay
escapatoria (…) la luz disminuía de forma pavorosa”. Esta noche
sonará en el sur del continente, como un estandarte o un reloj despertador, el Réquiem de Verdi. Una obra a la que Muti
guarda la fidelidad que no respetan quienes introducen agudos inexistentes en
la partitura para que el público responda más fácil. “Con los años mi
conocimiento no es más hondo, sería arrogante, sino más amplio”.