Brizna de Oliveira

2 de abril de 2015

“La verdad es un vestido azul”. Manoel de Oliveira. Árbol centenario del cine. Pensamiento alado. “Un recurso relativamente fácil es la emoción, que siempre cae en el sentimentalismo. Cuando una persona está muy emocionada, se cierra. Yo creo en las antiguas tragedias griegas, que todavía están en lo más alto de la expresión artística. Limitaban la emoción para cupiese una crítica, un juicio (…) Los realizadores que defienden mucho los sentimientos y hacen que el público llore y llore no me resultan familiares (…) Mis películas son un poco frías, como las de Dreyer o Bresson, porque muestran una ética. El cine comercial usa sentimientos, efectos emocionales, trucos fantasmagóricos, recursos sentimentales, muy dramáticos, sólo para producir emociones, y, así, controlar la razón del espectador. Y yo creo que eso no es arte. El hombre (…) no puede perder su razón”. Su definición de la verdad, acertadísima, conmueve.