6 de septiembre de 2015
“La ética de los
métodos en la captura de las imágenes y la difícil tarea de discernir entre la
realidad de lo que somos y las imágenes que nos hacemos de nosotros mismos”. Carlos
F. Heredero, a propósito del documentalismo. El cine aporta pistas a la
literatura. Diarios, anotaciones, memorias, tan de moda... algunos pretenden
resumir las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en el testimonio de un
frutero rumano a quien robaron una vez la mercancía. El ser humano es
plañidero. Quizá un testimonio de primera mano sea también una contaminación de
primer orden. Una máscara mala, una pantalla de móvil. Heredero, Baumbach
mediante, remite a Godard, siempre aclaratorio: “El documental es otra persona,
la ficción soy yo”. La objetividad es una pared de ladrillo. El inconsciente
sonríe, tantos años confinado en el cuarto oscuro... valga la redundancia.