2 de mayo de 2014
“¿Quién mete
prisa al tiempo?”. Carlos Pujol, El
corazón de Dios. El tiempo pesa, no pasa. Esperaremos discretos con el alma
a deshora, convertidos mentalmente en pluma de ave. “Después de haber perdido muchos trenes, / que parecen más bellos
por perdidos, / se llega a algún insólito lugar”. La respiración de la estación
futura delata tu posición en el bosque.