4 de octubre de 2016
“La
primavera del invierno, la estación que prefería y que sólo dura unos días”. Modiano,
El horizonte. Ese helor, esas flores,
¿son promesa de lo que fue?, ¿anuncio de lo que será? El futuro es melancólico porque
hace votos con el pasado. Con el volante se avanza; con el retrovisor también. Piensa
que la esperanza es triste en origen, y devocional en su desarrollo: “A mí
nunca me ha parecido el otoño una estación triste. Las hojas secas y los días
cada vez más cortos nunca me han hecho pensar en algo que se acaba, sino más
bien en una espera del porvenir” -En el
café de la juventud perdida-. Después del otoño, la primavera. Después de
la primavera, el invierno. Después del invierno, la primavera. El verano es interregno.