Brizna de simulación

24 de agosto de 2015

“Whitman en nada se ajusta a lo que la mayoría de sus exégetas dice que es”. Bloom. Whitman piensa en él mismo: es un autor. “Aunque se proclama poeta de la democracia (…) es difícil, hermético y elitista”. Creyente del arte. “Su autorretrato es puramente literario, una máscara a través de la cual canta (…) es más ‘cantante solitario’ que defensor de los ofendidos y los humillados (…) No quiero sugerir que Whitman es un prestidigitador”. ¿El fingidor de Pessoa? Ni uno ni otro son fingidores y, al mismo tiempo, un poco: hablan con careta interpuesta para decir las cosas indecibles en que la verdad se vertebra. “Como mejor conocemos a Whitman es con la identidad de (…) ese personaje literario o máscara”. El poeta no es un fingidor aunque finja lo contrario. Barbudo dixit: “Vienen a mí los días y las noches y vuelven a marcharse, pero no son el mí mismo”. Yo estoy en él, pero él no es yo. Bloom remata: “Whitman divide su ser en tres: ‘el yo’, el ‘yo real’ o ‘mí mismo’ y ‘el alma’. El Canto a mí mismo viene a decir que no existen las personas  hechas de una pieza.