Brizna de embaucadores

09 de diciembre de 09

“Paulo Coelho es un estafador”. Rafael Reig. A mí me gustaría ir a una comisaría y denunciarlo. Pero la policía no creo que esté preparada para entender este tipo de delitos. Detrás de todo anda el concepto autoayuda, que, comparto con el impagable Reig, es una broma. “Tan ayuda es ‘En busca del tiempo perdido’ como el doctor Estivill”. El tal Coelho produce novelas infumables, “por alusiones, en las que nunca dice nada”. En ese saco, lo sabe cualquier lector literario, caben los códigos da Vinci de las narices, las catedrales del mar y Carlos Ruiz Zafón, que, encima, el tío se puso medio chulo cuando presentó su último libro, preguntando a los periodistas si, entonces, sus lectores son gente tonta. Lo ignoro, Zafón -tienes un apellido que parece un insulto-, pero tú eres un populista y un demagogo. Un tío listo al que le gustaría ser un tío inteligente.
“Los malos libros no hay que leerlos”, me dijo, en aquella ocasión Reig. El gusto, como todo, se educa. “A la gente muy primitiva lo que le gusta es contemplar una ejecución pública. Les parece un espectáculo refinado y entretenido. Si te dejas llevar por los instintos acabas así”. Efectivamente.