Brizna de coordinantes

24 de diciembre de 2018

“Ser y no ser”. Parménides. Alguien se lo podía haber dicho a Hamlet, que habitaba el mundo disyuntivo. ‘Querido príncipe: no hay enfrentamiento; hay continuidad’. Ago así. “Nacer y perecer”. Nada fuera de la copulativa.

Brizna de enderezamiento

5 de diciembre de 2018

“La torre de Pisa, cada vez menos inclinada”. Titular de periódico. Es la corrección política, estoy seguro. ¡Cómo va a ser, una torre torcida! Y cuando entiendan que, por motivos obvios, las torres son machistas, las tirarán. Y el minotauro sonreirá desde el interior del laberinto. Teseo ha dejado de leer. El minotauro hojea estos días La trampa de la diversidad. Teseo consulta el móvil. “Vamos a ver hasta qué punto las personas, en vez de preguntar al móvil lo que ignoran, preguntan lo que saben”, zorrea Escohotado. Se llevaron las Ideas, nos trajeron la ocurrencia. Pero cuándo. “Si bien ya casi nadie leía, por lo menos todo el mundo sabía leer”, escribe, despanzurrado por la risa, Jules Verne a mediados del XIX, pronosticando París en el siglo XX. Malo, cuando el consuelo es irónico. En esa ¿utopía? “la Academia Francesa no contaba con ningún literato”. Pero, eso sí, “los cien mil faroles de París se encendían simultáneamente”. En esas andamos, XXI. La destilación del pensamiento contemporáneo, la auténtica aportación millennial es el gif. Eso sí, inclusivo. Si antes vivíamos en el titular, ahora en el meme. Las urnas arden. Y si comen carne, las prohibiremos. El pensamiento débil resistirá. Lo regó una laxitud moral que bien pudo arrancar en el sesenta y ocho –hay tiros por la culata menos sangrientos-. Y el estructuralismo y el fragmentarismo posteriores, que en arte sí han funcionado, viven su apoteosis en las redes sociales. “El infantilismo es perverso per se”, dice Tomás Cuesta. Mucha crítica. Poca autocrítica. Ninguna rebelión.

Brizna de Alt+F4

26 de noviembre de 2018

“La ciencia ficción no es el futuro sino la alondra”. Raquel Vázquez, Chomolangma. Es decir, se alimenta de insectos. Hace nido en el suelo, no en la rama. Nunca se eleva. Avanza por lo llano. Persigue lo posible. La luz es, para ella, potestad de luciérnaga. Alrededor, la oscuridad construye “el bastidor de algún fuego”. Con él jugamos. Hay quien lo lleva en los bolsillos. No tiene problema en mostrarlo. ‘Son bengalas’, piensa. Practica el acceso directo.

Brizna de De la Huerga

23 de noviembre de 2018

“Si existen las canciones sin que nadie las cante”. José Manuel de la Huerga, La casa del poema. La posibilidad se deshace cuando es enunciada: el recuerdo existirá aunque nadie lo invoque.

Brizna de Calvo Serraller

16 de noviembre de 2018

“Le cabe al arte, en un mundo alocadamente afirmativo como el nuestro, el recurso de la negación, pero sin entregarse al nihilismo”. Calvo Serraller. El sí es un balido. El nihilismo, el lobo que se come las ovejas.

Brizna de lectoescritura

7 de noviembre de 2018

“La memoria de los hombres es limitada. La memoria del mundo es eterna. Nadie puede escapar a ello”. Miguel Gomes. El pasado es un fragmento del futuro, mayormente una canción. Sin memoria las carrozas se convierten en calabaza y los zapatos de aguja abandonan la escritura de ficciones. Sólo se puede escribir ficción. El pasado no se puede escribir, sólo leer. El folio en blanco no existe.

Brizna de arrugas

24 de octubre de 2018

“Leuwen sólo temía dos cosas en el mundo: la gente aburrida y el tiempo lluvioso”. Stendhal, Lucien Leuwen. Signos de la edad. Líneas de expresión del pensamiento. Stendhal se puso estupendo y dejó inconclusa la novela. ¡Qué mayor ambición que una obra inacabada!

Brizna de aparato fonador

28 de septiembre de 2018

“No tiene voz la nieve”. Sylvia Plath, Ariel. Y sin embargo tono y color, y, por tanto, palabra.

Brizna de estratificación

15 de septiembre de 2018

“Contra la autonomía estética del lenguaje”. Gil de Biedma. Postura de clase. Qué seco. Tanto que se alzó contra la identidad de fondo y estilo, a pesar de que lo que cabría suponer -por la cosa ideológica; que uniera estética y ética-. Qué emperrado. Si intentó traducir a Byron tuvo que ser por el coloquialismo, o sea, a pesar de la fuerza expresiva.

Brizna de Germán -seudónimo y blasfemia-

8 de septiembre de 2018

“Si bien se mira, el mayor espectáculo casi-drag del mundo lo constituyen los encuentros de los cardenales católicos en Roma, en esos días de primavera en que se los ve bien afeitados, casi oliendo a agua de colonia añeja, pletóricos sabiéndose filmados y fotografiados, conscientes de vivir protegidos y servidos en un mundo pulido y amortiguado, la luz brillando sobre los bermellones, las púrpuras y los oros y sobre los níveas sedas papales... El día que el Martini rojo deje de anunciarse con Georgesclúnis y pase a anunciarse con cardenales rodeando en actitud ‘casual’ una mesita de terraza en Castel Gandolfo, con una platito aceitunas rellenas, mientras siguen con la vista el trasero del fontanero polaco, ese día, las ventas de Martini se dispararán y los desviados volveremos al redil de la Iglesia”. Germán Sánchez. Así, sin segundo apellido y sin foto, en la solapa del libro que escribió junto a Luis Mercader sobre Ramón. “Germán Sánchez es como el Federico Sánchez que emboscaba en un nombre español absolutamente común su real nombre”. El nombre como seudónimo. Eso es posmodernidad de la buena. Cuando hace unos años en la radio se impuso el sistema digital, y le pidieron una foto para la web, se calzó una gafa de sol. Podría hacerse una historia del siglo pasado siguiendo el rastro de la ocultación; manual y uso. El seudónimo pasó de los camuflados a los nostálgicos, y de los nostálgicos a los románticos. Otra historia del siglo se pudo hacer, pudimos hacer, en torno a la blasfemia. Planeamos en 2009 un libro que recorriera su huella como arte típicamente ibérico. No salió por mi culpa. Mi evanescencia afloró cuando más necesario se imponía estar presente. No fue su culpa, siempre me zarandeó; leo ahora un telegrama suyo al azahar: “Supongo que no se te ha escapado: en su columna del domingo sobre el Corpus, Manuel Vicent llamó a la Sagrada Hostia hidrato de carbono paseado en un ostensorio”. Su cáncer lo celebró hace unos meses Piero della Francesca. Acudió a flagelarme para recoger, después, como fruta, mi cara de prosa. Me enteré por Juan Carlos Soriano. Fundamos comidas-billar; a tres bandas. “He llegado a pensar que no haría falta escribir nuestro libro sobre la blasfemia como expresión nuclear del pensamiento radical, o desesperado, y de clase, español. Bastaría con una introducción breve y construirlo como una antología de noticias de prensa y de casos en tribunales: acusaciones o condenas por blasfemia que quizá no llegaron a los periódicos”. Lo escribimos en el aire. Ahora que se lleva el arte efímero, nuestro libro fue tan breve que desapareció de nuestras cabezas, sin llegar al papel, después de estarlo gestando más de un lustro. Un libro invisible, sí, pero un tochazo. Denso y con humor. Con Germán se va una manera de entender el periodismo. Nadie más pensará que para una hora de radio son necesarios ocho meses. Como en la radio nórdica, decía. Me informa Soriano, antes de entrar al boletín.

Brizna de persecución

1 de septiembre de 2018

“Este era otro de nuestros temores: que la vida no resultara ser como la literatura”. Julian Barnes. El arte redondea sin final feliz. La vida va detrás. Como un perro.

Brizna de Verdú

21 de agosto de 2018

“Lo sensato es dejar de escribir”. Vicente Verdú. La lucidez siempre causa pavor.

Brizna de ataques de felicidad

18 de agosto de 2018

“Los proyectos de infantilización que promueven Estados muy poderosos, como el norteamericano, han tenido un éxito biológico considerable y la edad actual de las poblaciones occidentales ronda los ocho o nueve años intelectuales”. Historia de un idiota… Félix de Azúa. Qué gran regocijo, ¡es como leer a Thomas Bernhard! ¿Primera conclusión?: en los años ochenta, el libro se publicó a mediados, cabía el optimismo. Segunda: Bernhard suscribiría lo cual a cierra ojos. Tercera: Bernhard tiene suerte de ahorrarse, en The Economist, el reciente estudio sobre las ciudades más habitables del mundo, que sitúa a Viena en primer lugar, y a Osaka y Tokyo en tercera y séptima posiciones. En un tiempo en que la condición de ciudadano ha pasado a la de turista, la grey es feliz porque ha visitado los santos lugares y eso le proporciona ataques de felicidad. De haber leído a Bernhard, sabría que la capital austriaca invita al suicidio y si hubiera hojeado periódicos impresos conocería que en Japón no existe el descanso y allí el hombre vive para ser hormiga. Estas clasificaciones que encumbran a Austria apuntalan la destrucción del ciudadano y su autoconsciencia. Sí creo, por contra, que los países menos gustosos sean Siria, Bangladesh, Nigeria, Pakistán, Nueva Guinea, Zimbaue, Camerún y Senegal, sintiéndolo por quienes consideran posible ser feliz y caminar en taparrabos. En todo caso, las ciudades habitables son una estratagema de aniquilación programada inferior a la dispuesta por la naturaleza. Azúa se vale del protagonista para explicar que el fútbol forma parte de la lacra conspirativa, y alude a la rebaja general de las exigencias morales. “No es de extrañar que la población desarrollada sea prácticamente analfabeta”, concluye. Inevitable pensar en un titular de hace apenas un año: “El 70% de los italianos es analfabeto funcional”. Hay que leerlo dos veces, ¿eh? “El 70% de los italianos es analfabeto funcional”. Sonrisa, regocijo, escalofrío. Todos somos griegos y romanos. El porcentaje surge de cruzar rectamente los datos de lectura con el uso de la lengua, que está en saldo allá lo mismo que acá. Los de la sicología humanista empezarán con el rollo de las nuevas inteligencias… y acabaremos concediendo que saber manejar un móvil ha de tenerse en cuenta para establecer el cociente intelectual. Vuelvo al libro: en él hay unas líneas que ni pintadas para estos días de agosto, o sea, de vacación impuesta por Estados y empresas, o sea, de solaz obligatorio y militar en el que mucho bípedo te pregunta cuándo te vas y adónde, porque él, bípedo, siente la tentación del campo y no entiende que tú no –o que la sientas sin forzar, sólo cuando viene en gana-. Al bípedo le tienta el campo porque en él sitúa el Origen. Y no. El origen está en un cuadro de Courbet, en el más famoso. El bípedo necesita desconectar y anticipa, así, la realidad de que pertenece a la última generación humana. “Debo recomendar la más extrema prudencia a quienes  se encuentren cerca de un riachuelo (…) pues es uno de los escenarios predilectos para el ataque de felicidad, y hay geografías con predominio de prados, lagos, cumbres, costas, en las que pueblos enteros han sucumbido a la descomposición moral y a una forma perversa de felicidad pedagógico-religiosa”. Prueba que el libro es constructivo el siguiente consejo: “Cuando se viaja o reside en tales lugares, es conveniente mantener las ventanas cerradas y leer mucho a Dostoievski”.

Brizna de Naipaul

12 de agosto de 2018

“La India era el gran dolor. Un país súbdito, y también el lugar de cuya gran pobreza tuvieron que huir nuestros abuelos (…) Como siempre, están los que creen encontrar una cualidad espiritual especial en la especial penuria de la India”. V. S. Naipaul, Leer y escribir. Algunos occidentales acomplejados, en cuanto no atisban materia, encuentran espíritu. Y ya, si la ausencia de progreso o civilización es oriental, a la espiritualidad la invisten de misterio y conocimiento. Ignoran la resignación, la ignorancia y, por qué no, la mezquindad. Como dice Manuel Vilas, “el problema de la pobreza es que acaba transformándose en miseria, y la miseria es un estado moral”. También en el ruralismo español hay doblez. Particularmente irritantes me parecen los libros sobre Sarnago –la Soria despoblada-, de Abel Hernández. Pero sería estúpido ignorar las Upanishads. En ellas está el Schopenhauer orientalista. Vivimos en un mundo tonto, excitado por el bárbaro, incapaz de sentir temblor ante lo inefable; hasta Ortega lo vio. Aun así, Schopenhauer no ocultaba que en India la filosofía tiene valor para unos pocos. Los muchos se acogen, dijo, a “filosofías de cuarta clase”, entendiendo por tal las religiones, destinadas a las clases más bajas. Naipaul no confundía pobreza con espiritualidad y escribió impulsado –únicamente- por el deseo de escribir. ¿Qué quiere decir esto? Que lo hizo “con una percepción intuitiva, inocente o desesperada de las ideas y los materiales” que iba usando, “sin comprender plenamente” a dónde le llevaban. Dejaba los planos para los topógrafos. Y para los turistas.

Brizna de deseo fallido

9 de agosto de 2018

“Les diré solemnemente que muchas veces quise convertirme en un insecto. Pero ni eso logré”. Dostoievski, Memorias del subsuelo. La última humillación procede del lema querer es poder. Tampoco ayuda intentar adelantarse a Kafka, claro.

Brizna de analogía

29 de julio de 2018

“Entonces bebía. Bebía mucho y me pasaba las horas caminando por las dunas brillantes del paraíso de los que beben. Para un bebedor, el sexo es sólo un aditamento, es un adorno del alcohol”. Manuel Vilas, Ordesa. Quita alcohol, pon literatura. La alta graduación de la literatura. “Viajar, mirar mares, reír, comer, entrar en cuerpos desnudos de mujeres, son artículos complementarios. El tema principal es el alcohol, la dimensión perfecta”. Pessoa escribió en sus diarios el siguiente descargo: “Tengo mucho que leer”. La cotidianidad, el trabajo y sus horarios, podían esperar. Yo escribí en mis diarios, que no tengo: “Debería reordenar la estantería, apilar los periódicos atrasados, bajarlos al contenedor, desprecintar el disco de los Stones, escucharlo a todo volumen. Ducharme, secarme, llamarla por teléfono (…) Pero me quedo encadenado a esta caída de la tarde que me recuerda tanto la literatura y, Ella, sí, no puede esperar”. Todos los libros, todos los géneros, acaban siendo un diario. Ningún libro es autobiográfico. Todos mienten. Con la mayor sinceridad. Y no ignoran la alta graduación de los cuerpos. A los que se entregan entre lectura y lectura.

Brizna de avenida

28 de julio de 2018

“Dura lex, sed lex”. Expresión latina. Prefiero la Perspectiva Nevski a la perspectiva de género. En un mundo con mucho suelo hundido bajo los pies, utopías desportilladas, en el que dios hizo mutis por el foro y tenemos sospechas de que hasta el arte nos engaña, en un presente, digo, cada vez más lleno de naves espaciales -aunque tanto haga de la última que fletamos a la luna- y vacío de creencias, la justicia representa la penúltima fe.

Brizna de brida

20 de julio de 2018

“La contemplación de las ruinas nos permite entrever (…) un tiempo perdido cuya recuperación compete al arte”. Marc Augé, El tiempo en ruinas. ¿Las ruinas son un no-lugar… o son el lugar perdido, recobrado, en que el tiempo avanza quedo y cruza más despacio de acera, o de horizonte, hasta perderse en el infinito sin dejar de ser visible? Un sabio griego quiso convertirse en ruina y fue condenado a galeras por temerario. ¿Las ruinas son materia oscura con apariencia física? Las ruinas, sostiene Augé, desmienten el fin de la Historia. Al menos, diremos, temporalmente. Las ruinas son un lugar donde atardece lento y desde el que se impugna el futuro. Ajeno a su control queda poco espacio para la excelencia. La arruga quiere ser ruina.
Arruinarse. Qué verbo tan bonito. Qué verbo tan impropiamente conjugado.

Brizna de providencia

16 de julio de 2018

“Lo bueno es bello siempre y lo bello es lo único / que merece la pena en este desdichado / mundo (…) en este / pudridero de angustia y desengaño”. Luis Alberto de Cuenca, Bloc de otoño. Keats pasado por Platón, Miguel Ángel y el propio L.A. “Paul Claudel / no creía en el tópico de que el deber del hombre / consiste en ser feliz. La vida es un camino / de perfección, no un parque de atracciones, / ni una casa de putas donde pasar el rato”. El bienestar se revela como opción frente a la dúctil felicidad, lo mismo aplicada al tutsi que al visitante de una pinacoteca. “Prescindir de códigos morales elevados / (…) sería un fracaso”. El éxito, huir de la impostura. “La poesía es la única cosa digna de atención para una mente superior”: Keats barría para casa, sí, pero en la vanidad le iba la humildad de encomendarse a una tarea imposible.

Brizna de laboreo

7 de julio de 2018

“La única satisfacción que tengo cuando hago una película es que mis amigos la aprecien”. Buñuel. Tampoco tienen que ser amigos -igual a éstos les interesa el fútbol, o, sencillamente, no ven cine, y, entonces, qué importa su impresión-. Pero, al fin, se escribe para tres o cuatro. En caso contrario, la poesía, en lugar de lectores, tendría -o aspiraría a tener- público. Y Juan Ramón se habría dedicado a la horticultura.

Brizna de agrimensor

1 de julio de 2018

Cien años de soledad ha sido la salvación: (…) tengo por delante unos años de paz doméstica que pienso dedicar minuto tras minuto a escribir”. García Márquez, meses después de salir el libro. Qué esforzado y raro oficio. Un músico alcanza el éxito y lo disfruta. No digamos un furbolista. Un bodeguero. El que regenta un quiosco. El escritor se autocondena a fracasar mejor.

Brizna de Éufrates

26 de junio de 2018

“Lo de los jardines Colgantes iba en serio”. Justo Alejo. Por eso desaparecieron. La eternidad es un suspiro que no apaga el tiempo. Una vela de fuego sagrado. “Entre mil ríos quién te reconstruirá?”. La decadencia es contraria al agua.

Brizna de pareidolia

19 de junio de 2016

“La vida es inalcanzable en la vida”. T. E. Lawrence. Imaginemos que la muerte fuera inalcanzable en la muerte. Apariencias de realidad.

Brizna de referencialidad máxima

15 de junio de 2018

“La poesía ha bajado a las catacumbas”. Octavio Paz. Y ha encontrado un partido de fútbol.

Brizna de nombramiento

6 de junio de 2018

“El error pesa en nuestros párpados”. Gamoneda, Arden las pérdidas. Las aberraciones deberían arrancarlos y abrir el paso, así, a los ojos. Permitiendo que saliesen, libres, de las cuencas y cayeran al suelo como canicas. Y rodasen. Y nunca leyeran, ni siquiera por error, dos líneas de algunos libros. De que vivimos la primera época sin cultura da fe el nombre del ministro del ramo. Que ningún ojo tropiece con sus renglones. Artificiales.

Brizna de materiales

27 de mayo de 2018

“Llevo escribiendo tiempo suficiente para que mi propia vida no se parezca a la mía”. Jeffrey Eugenides. Imaginación y autobiografía son un estuario. La autoficción es mentira, sólo hay relato. Roto o entero. Y apellidos. En nombre de la Especie.

Brizna de cifra redonda

2 de mayo de 2018

“Te verás raro cuando cumplas cuarenta años”, JF a Mick Jagger en Performance. El tiempo no pasa, al contrario: está atento. Pero Wallace Stevens a esa edad ni siquiera había publicado un libro. Aún queda tiempo. Incluso, para acertar en alguna estrofa.

Brizna de solitud

30 de abril de 2018

“17 de mayo. Voy a quedarme en casa unos cuatro o cinco días, no para descansar, porque no hago nada, sino para no ver ni oír a nadie, excepto a mi criado José”. Machado de Asís. Memorial de Aires. La quietud es la variante del paseo. Hace cuatro días Rebeca Yanke publicaba la siguiente entradilla: “Frente a una sociedad patológica, existe también otra beneficiosa que se contrapone a la veloz vida digital. Hay también herramientas para llegar a disfrutarla, como atreverse a caminar por la ciudad”. A veces pienso que ir al campo es como ir al gimnasio. Me convenzo de que pasear por la ciudad es más ecológico y provechoso; además, pasear por el campo supone una redundancia. Y hay que llevar bicarbonato en el bolsillo. Al hombre moderno la contaminación le aumentó la esperanza de vida y le dotó de versos -Whitman, Baudelaire, tantos-. “La felicidad tiene también sus vendavales”. De lo contrario, ¿cómo avanzaríamos?

Brizna de oposición al reportaje

29 de abril de 2018

“Si yo llego a indagar, me enteraría (…) y ya no sería un cuento sino un reportaje, un documento, una biografía o como quiera llamarse; es decir, sería una repetición, una duplicación de la vida y para mí ya no tendría ningún interés”. César Martín Ortiz, Paso de contarlo. Hasta cuando en el deporte ofrecen la repetición de la jugada, lo hacen desde un distinto ángulo. “Si todavía tuviera ganas de escribir cuentos o novelas y de inventar historias, inventaría que aquellas dos hermanas no pensaban que hubiera que hacer otra cosa que pasearse arriba y abajo, fingiendo que la gente no existe”. O abajo y arriba. Fingiendo que hay cosas más importantes pero sabiendo no más necesarias.

Brizna de composición

23 de abril de 2018

“Si olvidas el nombre de las cosas, desaparece también lo que sabes de ellas”. Linneo. Olvidar no es lo contrario a recordar, sino a ser, variante compuesta de vivir.

Brizna de Pitol

13 de abril de 2018

“De lo que en verdad se trata, imagino, es de impedir que el lenguaje pase por pura inercia de un libro a otro y se convierta en parodia, adormecido por la energía del impulso adquirido”. Sergio Pitol, El arte de la fuga. Que en la obra de un autor los libros se comuniquen debe significar, precisamente, que nunca son el mismo libro. Las inercias debilitan y enlentecen más que el freno. Repetirse es una mortaja. Una sábana para dormilones.

Brizna de prédica

12 de abril de 2018

“Decir fuego no quema la boca”. Jesús Jiménez Domínguez. Y otra cosa es dar trigo.

Brizna de naranjas

1 de abril de 2018

“No muchas cosas, sino mucho de ellas”. Plinio el Joven, Epístolas. El zumo es más cualidad del que exprime la fruta que de la fruta exprimida.

Brizna de pensamiento poético

25 de marzo de 2018

“Pensar en imágenes antes que en palabras”. Joao de Melo. Visualizables como un sonido.

Brizna de peces

18 de marzo de 2018

“La interconexión total no facilita el encuentro”. Byung-Chul Han. Todas las redes son de arrastre. Incluidas las sociales.

Brizna de Hawking

14 de marzo de 2018

“Las palabras que ha emitido Stephen Hawking, el Einstein de nuestros días, durante una conferencia, me han hecho recordar ciertas ideas del taoísmo esencial. Hawking dijo que al final de su conferencia iba a callar, a no hablar más –ni a hacer pensar más a los oyentes- para no seguir aumentando el desorden cósmico o entropía. Si hasta la palabra va contra la armonía del universo, ¿qué desordenes no provocarán los ruidos de todo tipo, las contaminaciones, las guerras?”. Antonio Colinas, Tratado de armonía. Las balanzas deberían disponer de múltiples platos. A un lado, uno; al otro, el resto. El único patrón de masa útil es la materia inconsútil de lo que no pesa y, además, tiende a elevarse. “Cualquier tipo de desarmonía  (…) desequilibra la armonía universal. Qué bien se comprende la fértil y dura solución taoísta: el silencio”.

Brizna de elevado ritmo cardíaco

10 de marzo de 2018

“1 de agosto: la literatura es eso: no poder leer sin dolor, sin ahogarme de verdad”. Barthes, Diario de duelo. Síndrome de Florencia.

Brizna de papel pautado y aliterado

2 de marzo de 2018

“Todo en el mundo es burla”. Verdi -últimas palabras a una partitura-. Ignorarlo arrebata de herramientas que corrijan las erratas de la vida.

Brizna de higiene

28 de febrero de 2018

“Estas sombras nos lavan, / con su misterio imponen una enorme / intemperie”. Diego Doncel, El único umbral. Levita el que conoce las formas; los despeñaderos de luz se protegen del agua incensaria del recuerdo; y “los hombres / (…) / alimentan en vano / su ansia de absoluto”. ¿Por qué la “claridad dilata” y hay “blanco respirado en los cielos”, si “tu piel es el agua oscura del misterio”, “agua oscura es tu cuerpo”? Tú cometes un crimen en tu nombre e imaginas la sangre en un cuadro de Pollock. “Tú te viertes en todo, haces signo / el paisaje” sin árbol de la memoria, consistente en “flores sin nombre”. Y te preguntas: “¿Y no he de limpiar (…) mi vida / en el rocío que viene de los cielos?”. Perderte en / las cosas del mundo será / lo que te redima.

Brizna de Herisau

22 de febrero de 2018

“No soporto que los viajes que emprendo no sean largos”. Walser. ¿Y qué hacemos con la vida, Robert?, si “los viajes cortos son desplazamientos” y vinimos al mundo a comprar el pan. Pensaremos en “la literatura enfermiza”. Para sanar.

Brizna de cosmonáutica

17 de febrero de 2018

“El amor está en el mundo para olvidar el mundo”. Paul Éluard. El espacio exterior descansa dentro de nosotros.

Brizna de desove

11 de febrero de 2018

“Quien dice la verdad, casi no dice nada”. Antonio Porchia, Voces. Decir es callar y la verdad, inútil como la belleza. Por eso verdad y belleza son tan importantes, a sabiendas, eso sí, del anónimo presocrático: “Nada importa nada”. Todo es mar. Nada es todo. Y bucea.

Brizna de fonación

4 de febrero de 2018

“No puedo hablar con mi voz, sino con mis voces”. Pizarnick. Nos hacemos los coros. La voz solista es el viento tras la montaña. Si no te desdoblas te conviertes en estatua. O, peor, en maniquí. De sal.

Brizna de conductismo

31 de enero de 2018

“Acabemos esta historia por temor a que, describiendo nuestras tristezas, sintamos aún más su amargura”. Ana Comnena. Escribir es vivir dos veces por culpa de la imantación imitativa del arte, detrás de cuya zanahoria vamos. No será la vez primera que una persona escribe una carta y, en el acto mismo de escribir, se entera cabalmente de lo que piensa; y, una vez enterada, y relajada, decide no mandarla. Aspiramos a entendernos. Nosotros. Allá los demás. La conciencia, más que epifenómeno, es un complemento. O sea, un bolso. Nos gusta lucirla pero sin llegar a condicionarnos. Elegimos una u otra en función del color de los zapatos del día. Que viene a ser como el del cristal. No elegimos los zapatos en función del bolso. O sea, de la conciencia.

Brizna de báscula

27 de enero de 2018

“No hay nada peor que el recuerdo de los tiempos felices cuando uno está mal”. Dante. Lo contrario, acordarse de los tiempos infaustos cuando uno es feliz, no produce efecto análogo. Estamos hechos para la fatalidad.

Brizna de contradicción infinita

20 de enero de 2018

“La montaña dorada no existe. / La montaña dorada toca el cielo negro”. Simic. Lo que no existe interviene en lo que existe; más aún: lo que no es no tiene por qué no ser. Y lo que tienes delante no lo percibes. Todo es ficción, empezando por la mirada. Los sentidos nos distraen. Sonajero son. Pero necesitamos montañas estables en las que vernos como en espejos.

Brizna de raptos

12 de enero de 2018

“La Fiscalía pide cinco años de cárcel para Juana Rivas por sustraer a sus hijos”. Titular de prensa. Una primera versión del rapto, escatológica, se llama arrebatamiento y está en la Biblia. El más celebrado se halla en el texto mitológico; en él, la mujer y también el varón joven son objeto de apetito desesperado. Plutarco y Ovidio lo glosan. Antes lo hicieron Homero y Herodoto... y mucho después, Rubens, quien se especializó. En el Prado hay varios. Uno aboca al amor a Plutón y Proserpina. Pero también se apunta Rembrandt. Etcétera. En los últimos meses, al tiempo en que Juana raptaba a sus hijos –rapto de texto legal, no mitológico-, el ultrafeminismo se quejaba del pictórico por “machista”-. La acusación de infundir una cultura del sometimiento la llevaron ¡hasta Hopper! Juana se escondió con los niños y fue vitoreada. Se contagiaron del alborozo la presidenta de Andalucía y el del Gobierno. Inevitable recordar que en Roma cubrieron hace dos años varias esculturas clásicas cuando el presidente iraní visitó los Museos Capitolinos. No fue respetar otras culturas, fue abjurar de la propia. La situación actual –estatuas y juanas- sí es un rapto, el rapto de Europa. Una Europa acomplejada -desafinada dice Penderecki- que debiera sentir orgullo.

Brizna de bobismo

11 de enero de 2018

Carmen cambia el guion para denunciar la violencia machista”. Titular de prensa. ¿Y cigarrera?: ¿le dejan seguir siendo cigarrera?; porque a La dama boba hace poco la hurtaron las partes “machistas” en la Compañía Nacional. ¿Por qué no enmendar del todo a Lope?: podríamos retitularla La dama inteligente. Bobismo del bueno es lo que hay. No bobbismo –ignoran a Bobbio como ignoran a Bizet-.

Brizna de papeles

10 de enero de 2018

“El director no debe crear”. Riccardo Muti. El intérprete no es autor ni cuando improvisa.

Brizna de principio, origen o naturaleza

4 de enero de 2018

“Yo me parezco a mí mismo”. Sergio Leone. Se parece a él. No es. “No puedo parecerme a otro”. Ni copiando. El mejor de los casos.

Brizna de movimiento estático

1 de enero de 2018

“Los días, cuando parece que huyen de las manos, / resbalan hacia dentro de nosotros”. Rilke. Todo se queda porque todo se va.