31 de enero de 2018
“Acabemos
esta historia por temor a que, describiendo nuestras tristezas, sintamos aún
más su amargura”. Ana Comnena. Escribir es vivir dos veces por culpa de la
imantación imitativa del arte, detrás de cuya zanahoria vamos. No será la vez
primera que una persona escribe una carta y, en el acto mismo de escribir, se
entera cabalmente de lo que piensa; y, una vez enterada, y relajada, decide no mandarla.
Aspiramos a entendernos. Nosotros. Allá los demás. La conciencia, más que
epifenómeno, es un complemento. O sea, un bolso. Nos gusta lucirla pero sin llegar a condicionarnos. Elegimos una u otra en función del color de los zapatos del día.
Que viene a ser como el del cristal. No elegimos los zapatos en función del
bolso. O sea, de la conciencia.