30 de junio de 2011
"La intuición suele preceder a la reflexión". Ramiro Pinilla. Sin chispa no hay incendio. Ahora, un incendio es capaz de apagar la chispa.
Brizna de espita
Brizna de rebaño
29 de junio de 2011
“Hay que merecerse la felicidad”. Nicholas Shakespeare. La felicidad, como la buena suerte, depende del cortejo y, la mayor parte de las veces, de un punto de vista favorable de lo que ocurre –y puede ocurrir- alrededor. Las ovejillas, ingenuas y tristes, no lo entienden. Se trata de actitud, atención, voluntad. Y de poner unas gotas de templo de Apolo -conócete a ti mismo- en el cuello. La felicidad no cae del cielo, no está en la lluvia. Ni en la ruleta de un casino ni esperándonos en el puesto de un zoco ni en mitad de las praderas.
Uno se parece demasiado a la vida que lleva.
Shakespeare cita a Montaigne: “Averiguar quiénes somos es un proyecto que dura la vida entera”. La felicidad, como el respeto, es un atributo conquistable. Pero sólo disponemos de una vida. Oveja que bala, bocado que pierde. ¡Cuánto rumiante!
Brizna de inmortalidad
27 de junio de 2011
“No existe vida / que, aun por un instante, / no sea inmortal”. Wislawa Szymborska. Por muy mortales que seamos, cuanto más inteligente resulte nuestra experiencia vital, más goles meteremos a la muerte, que sólo se importa a sí misma. “Lo ya vivido / no se lo puede llevar”.
Brizna de Londres
26 de junio de 2011
“Londres era ese lugar al que por oscuros motivos sabemos que no debemos ir nunca, porque allí nos espera la muerte”. Enrique Vila-Matas, Dublinesca.
“No volverá jamás a esa ciudad (…) pero tiene que reconocer que le encantaron los autobuses de dos pisos y tres elegantes y solitarias tumbonas que fotografió en Hyde Park (…) En general no le gustó Londres (...) ‘No sabes cómo detesto Londres’, acabó diciéndole Beckett en una carta a su amigo McGreevy (…) Londres le puso de muy mal humor. No le divirtió casi nada de lo que vio o creyó ver en la ciudad. Se reafirma en su ya vieja idea de que quien ha visto Nueva York (…) tiene forzosamente que mirar con sentimiento de superioridad y estupor a Londres (…) Intuye que se olvidará pronto de Londres, pero nunca de la brillante instalación (…) en la Tate Modern, (…) una experiencia en los límites de la razón”.
Siempre presagié que esa ciudad me disgustaría, pero reconozco que superó con creces mis expectativas más pesimistas. Y eso que había mil o dos mil motivos para amarla y sentir después nostalgia.
Casi siete meses más tarde respiro hondo al ver que una autoridad como Vila-Matas refrenda mis augurios consumados y pronostica/desea para el año dos mil cincuenta y ocho una lluvia cruel, “sin tregua alguna, de varios años” sobre ella. Yo no puedo sino desear lo mismo. O un incendio de grandes proporciones. Fumigar no basta.
Londres la carga el diablo, que más sabe por asesino que por diablo. Uno tiene que vivir obligatoriamente tranquilo sabiendo que esa ciudad ya no forma parte del mundo. Y que hace tiempo los aeropuertos dejaron de volar allí.
Y que existen nuevas playas y nuevos soles no cancerígenos. Como dice la canción, “no hay otros mundos, pero sí hay otros ojos. Aguas tranquilas en las que fondear”.
Brizna de escalera
22 de julio de 2011
"Me critican que escriba bien, eso de escribir bien les parece una mariconada. Siguen pensando que hay que escribir mal". Francisco Umbral. Los que no llegan al último peldaño de la escalera, desdeñan la altura y la escalera. El estilo da vértigo.
Brizna de rock
21 de junio de 2011
"El rock nunca fue un hobby, sino una razón de vivir". Bruce Springsteen. Y de morir. "Clarence Clemons llevó amor a mucha gente y fue correspondido (...) Con él a mi lado, la banda era capaz de contar una historia mucho más profunda de la que estaba simplemente contenida en nuestra música". Ésas son las personas imprescindibles. Aquéllas que engrandecen con su presencia cualquier momento de la vida.
Brizna de ruina
20 de junio de 2011
"He construido castillos en el aire tan hermosos que me conformo con las ruinas". Jules Renard. Las ruinas son siempre esplendentes, el grado más avanzado de la técnica, el perfeccionamiento último de la arquitectura. Si encima proceden de situaciones de belleza no se puede pedir más.
Brizna de entidad
19 de junio de 2011
"Y de la unión de los seres desaparece la muerte". Hölderlin. Nunca es pronto para amar, pero, a menudo, siempre es tarde. El mayor acto entitativo, imaginar.
Brizna de autocensura
14 de junio de 2011
"Ponerse límites a uno mismo es un placer secreto de la vida". Gilbert K. Chesterton. Setenta y cinco años de su muerte. Lógicamente, su pensamiento es de entre del siglo pasado y del anterior, como demuestran los personajes conservadores que acostumbran a citarle. Pero Chesterton es brillante y recuperable en tantos aspectos descuidados por la modernidad.
Por ejemplo, en la cuestión de ponerse límites, actualmente, mal vista. Hemos hecho de la libertad un altar irreflexivo. Cuando reprimirse muchas veces es uno de los mayores actos de libertad verdadera. De elección. De antiborreguismo. Contra el hecho consagrado de hacer las cosas por el mero hecho de que apetecen. Hay que recuperar el pensamiento. Lo resume bien César Molinas: "Kant nos enseñó que la libertad no surge de derechos, sino de asumir deberes. No hay libertad sin moral y la persona libre es la que, por consideraciones morales, se obliga. Quien se obliga es noble, dijo Ortega, invirtiendo la convención de que nobleza obliga. Y la nobleza es esfuerzo, apostilló Manrique".
Brizna de internet
7 de junio de 2011
"Vivo en la catástrofe misma". Enrique Vila-Matas. Y tú. Y yo. Contextualicemos: "Internet es un completo zafarrancho, un brutal embrollo (...) Digo futuro, pero en realidad es presente. Me sorprende y hasta divierte que (...) se me haya acusado de apocalíptico (...) pues (...) vivo en la catástrofe misma".
Lo que se compadece con lo que ayer decía Dragó: "De la misma forma que soy pesimista respecto a la marcha del mundo, lo soy también de la literatura. Los escritores somos una especie en extinción. Televisión, literatura e internet son cosas incompatibles. Perecerá la literatura".
Internet es una letrina. Gratuita. Of course.
Y vuelvo a Vila-Matas: "Siempre han existido este tipo de cantamañanas, de hermanos Goncourt que dicen que no pasa nada y que la poesía y la belleza se mantienen en forma. Son los mismos a los que no alarman los horrores que ensombrecen al mundo y con respecto al lenguaje no ven peligros, probablemente porque nunca han creído en el poder de las palabras; son los mismos a los que no sobresalta la creciente difusión de la idea de que, por encima de todo, el escritor contemporáneo ha de tener en cuenta los derechos del lector como consumidor, pensar en ese lector y no complicarle la vida. La consigna que en el fondo hacen circular estos seres tranquilos es la de que los narradores que piensan por cuenta propia y tienen mundos que se desmarcan de la bobada general, cada vez tendrán menos lectores y editoriales".
Dicho queda y bien clarito. El que se quiera engañar, que se engañe. Ser apocalíptico es de bien educados; lo contrario, de biempensantes. Y en esto no hay ironía.
Brizna de mundo
1 de junio de 2011
"Pronto / las cerezas serán redondas como el mundo". José Jiménez Lozano. El florecimiento. Su poesía realista -no la de otros- me vale tanto como la vanguardia de Paul Éluard: "El mundo es azul como una naranja" -idea que adoro-. Los dos empiezan y acaban en el mismo punto: el ser en relación.
Brizna de caída
31 de mayo de 2011
"El cambio que nos destroza nos llega siempre cuando estamos instalados en lo mejor". Shakespeare en Rey Lear. O, cuanto más alto, más durá será la caída. Ni con un bastón metafísico lograremos palpar, a un metro, el suelo terminándose bajo nuestros pies. El precipicio, igual que el futuro, no se adivina. No se presiente, se siente.