28 de noviembre de 2016
“La vida es
una muerte que nos lleva tiempo”. Emily Dickinson. Morir, una vocación imposible
de ocultar indefinida.
Brizna de trabajo
Brizna de Fidel
26 de noviembre de 2016
“Son metáfora
del proceso revolucionario en Cuba. Cautivó a mucha gente. Después se
convirtió en una regla”. Geandy Pavón, sobre las Escuelas Nacionales de Arte de
La Habana, retratadas en el documental Espacios
inacabados, de Alysa Nahmias y Ben Murray. Aquellas escuelas fueron
proyectadas por Castro para ser las más bellas del mundo. Se trataba de cinco
complejos iniciados a las afueras, en 1961, donde estudiar baile, música,
pintura, escultura... A causa de las severidades de la política exterior, y de la
influencia constructivo-funcional de la Unión Soviética, se paralizaron en 1965.
Con la mejor intención, las autoridades estimaron repentinamente que no tenían sentido
por… improductivas… eran demasiado estéticas. Mejor gastar el dinero en
vivienda, prefabricada y no, y garantizar un hogar digno para el pueblo. Otros piensan
que para qué se gasta dinero en naves espaciales con el hambre que hay… Total, vieron
en los arquitectos a unos elitistas preocupados por intrascendencias cuando lo
que había que hacer escuchar al campesino. Tampoco sin razón, pero he ahí una
gran contradicción. Durante décadas estuvieron invadidas por la naturaleza,
degradándose. El arte debía cumplir una función social, cuestión a la que los
alevines de Podemos siguen dando vueltas. El arte debía servir para algo, tener contenido. A comienzos de la década pasada, en rueda de prensa a
alguien le dio por preguntar a Fidel sobre el tema. Habían pasado cuarenta
años. Él se quedó aturdido, pero, raudo, expuso que alguien le había dicho que
aquella idea no servía, que estaba infundamentada desde los principios antes
enunciados, pero que a él, personalmente, siempre le gustó. Se escudó en que paralizó
la construcción persuadido por los expertos, tan peligrosos como de costumbre.
Le cuestionaron si podía solicitar ayuda internacional, ya que era una obra de
arte moderno de entidad: una asociación neoyorkina lo había intentado, pero se topó
con el Bloqueo. Orgulloso, respondió que el país podía hacer frente en solitario
y dio orden de restaurar las escuelas. Pero, después de dos huracanes feroces,
y, de nuevo, la debilidad económica, se volvieron a paralizar. Creo que dio
tiempo a restaurar tres escuelas de cinco. El arte puro está fuera de los mensajes. Otra cosa es que, de paso, los
encuentre. Pero el arte puro es inútil, cuestión que no lo invalida; al revés,
por ello, por su inutilidad, el arte es la mayor demostración de ingenio e
inteligencia humanos. El hombre se hizo tal cuando venció la subsistencia y se
puso a pintar. La improductividad es precisamente el Gran Sentido de un Cerebro
Desarrollado, sobre todo después de comprobar, por demás en el siglo XX, que la
educación y la cultura no nos hacen mejores, sino más elegantes. No hace falta
acudir a Steiner para justificar nada. Lo mismo en música que en arquitectura, literatura
o cine. El arte ataca a la sensación. Ahí están, de la mano, el inconsciente y
el placer estético. Al final, efectivamente, se destila un pensamiento. Pero el
estilo y la forma son fundamentales. Fidel reaccionó tarde, pero reaccionó. Como
cuando se dio cuenta de que en el rock cabía la rebeldía y no había que
prohibirlo por yanqui; y hasta erigieron una estatua a Lennon, y llegaron
bandas, Manic Street Preachers, entre otros, a rockear. Desde luego, da la impresión
de una cosa: los detractores de Fidel [a la luz de sus defensores:
Mandela, Muhammad Ali, etcétera…] no perseguían los Derechos
Humanos, sino la confrontación ideológica.
Brizna de tirantes
24 de noviembre de 2016
“La luz
vertical lleva al deslumbramiento, algo bello pero inhabitable (…) Necesitamos
el cuerpo (…) los sentidos para percibir el espíritu”. Argullol a partir de
Valéry. La materia es un sujetador de la energía. “Aquello que está en nuestro interior lo podemos celebrar porque lo
reconocemos en las formas del mundo. La poesía es la mediadora de este proceso”.
Somos un pozo de abstracción. El entretenimiento es lo que más me aburre.
Brizna de fuego celado
18 de noviembre de 2016
“Quien huye
de la escarcha se encuentra con la nieve”. Lezama. Ladear el peligro es echarse
en los brazos del desastre. Ahora bien, la derrota es bonita y pareciera que
exculpa; por eso tienta como el diablo.
Brizna de materia
15 de noviembre de 2016
“Hay que
sospechar del ojo”. Juan Muñoz. El arte es un quiero ver nítido y no puedo. Aclarado, en la ropa.
Brizna de Cohen
11 de noviembre de 2016
“Observar es
esencial para mi supervivencia”. Leonard Cohen. Estar inactivo se torna cada vez más perentorio; en
las fábricas nadie observa, ni siquiera por las ventanas, tapiadas aunque no lo parezca. El cielo dispone de buenas vistas, en
él se pueden perfeccionar sin prisa declaraciones ya redondas, del tipo: “No quiero
inventar la rueda”. Seguramente él perseguía el aro, más grácil. A sabiendas de que
no importa la cuadratura del círculo, sino la circularidad del cuadrado.
Brizna de estrategia
7 de noviembre de 2016
“Gana el que
comete el penúltimo error”. Vasily Panov. Se acierta por casualidad y no
conviene siempre la victoria. El arte de época no pasará. Hay que dejar libre
el carril de adelantamiento.
Brizna de quietud
2 de noviembre de 2016
“La poesía
está enamorada del instante y quiere revivirlo en un poema”. Octavio Paz. La melancolía
es desfibriladora. “Lo aparta de la sucesión y lo convierte en presente fijo”. De
ahí, la ligación entre tristeza y belleza, que asépticos desratizados juzgarán
enfermiza. “Para Bazin en la base de la creación y la experiencia estéticas
está la obsesión reproductora que trata de vencer a la muerte mediante la detención
del tiempo” -J. L. Sánchez Noriega-. Esto es: detener el tiempo produce vida. Y
frenar la vida acelera su curso.