28 de julio de 2014
“El propósito del
mundo es un libro”. Mallarmé. El
mundo nuevo no reúne más que despropósitos.
Brizna de voto
Brizna de explorador
24 de julio de 2014
“'Me gusta'. '¿Qué es
lo que te gusta?'. 'Que aún no sepas de qué va la novela. Si lo sabes de
antemano, malo: sólo vas a decir lo que ya sabes, que es lo que sabemos todos.
En cambio, si aún no sabes lo que quieres decir pero estás tan loco o tan
desesperado o tienes el coraje suficiente para seguir escribiendo, a lo mejor
acabas diciendo algo que ni siquiera tú sabías que sabías y que sólo tú puedes
llegar a saber, y eso a lo mejor tiene algún interés (…) Quien siempre sabe adónde va
nunca llega a ninguna parte, y sólo se sabe lo que se quiere decir cuando
ya se ha dicho'”. Javier Cercas, La
velocidad de la luz. La escritura es un pozo. Si el autor no ve su reflejo,
da igual que eche el caldero, no lo atrapará; otro sí puede alcanzarlo. El
autor tiene la penúltima palabra, a pesar de haber escrito, sin saberlo, la
última. “Por supuesto que las obras se hacen solas”, decía Cocteau. Y Oteiza
afirmaba trazar esculturas para saber de qué trataba la escultura. Tras innumerables modelados, acabó en la poesía; escribiéndola, leyéndola, para saber qué pensaba del mundo.
Brizna de micrófono
20 de julio de 2014
“Vaya infierno de
operación milimétrica (…) Es una
locura estar sentados”. John Kerry, aliado, comenta la invasión israelí sin darse cuenta de que está siendo grabado. A Obama también le pillaron hace años expresando su hartura de Israel. Solamente
los gacetilleros más indecorosos y correosamente cínicos prestan oídos a la
cochambrosa propaganda sionista,
que si un entorno hostil, que si una franja terrorista. Menuda herencia
dejó Hitler, aguantar a estos tíos. Menuda sombra hedionda, la de Reino Unido en la primera mitad del XX. Nadie escapa a los cuatro mapas. Comparado, el avión caído sobre Ucrania es
una risa.
Brizna de Humanidades
17 de julio de 2014
“La dificultad en
las ciencias es predominantemente intelectual; en las humanidades coexiste con
otra que, como decía Wittgenstein, atañe a la voluntad”. José Luis Pardo. Pero cretinismo
no atiende a razones. “Reto a quien sea capaz a que me demuestre por qué es más
difícil manejar con soltura las ecuaciones de la relatividad que la diferencia
entre juicios analíticos y juicios sintéticos a priori (…) Lo útil no es cuestión científica ni técnica sino
plenamente humanística, y tendrán, por tanto, -quienes defienden que las
ciencias son más difíciles- que armarse de argumentos filosóficos y éticos para
defender su posición”. Y dejar de hacer la o con un canuto. “No basta señalar
la altura de los rascacielos (…) sino tener en cuenta a los que se tiran desde
ellos (…) Explicaciones inaceptables sientan la superioridad del cálculo de
resistencia de los materiales sobre el procesamiento
conceptual y sensible de un soneto de Shakespeare”.
Brizna de bandadas
15 de julio de 2014
“Caía la noche.
Cantaban los pájaros. Los pájaros estaban, se me ocurrió decir, representando
una frenética celebración del fin del día (…) Desde más allá del bosque, como
por común acuerdo, abandonaron sus árboles y ascendieron hacia el
cielo. Me uní a ellos, volé entre ellos, no me reconocieron como algo ajeno, y
fui feliz, tan feliz, porque por primera vez en años, y para siempre, no había
matado, y ya nunca lo haría”. ‘Escapar de La Cabeza de Araña’, relato de George
Saunders. Sólo nos queda ser inocentes. Huir de vidas mezquinas, rastreras,
propias de ratas. Mejor la de los pájaros, siempre. “Mi madre decía que dios nos mira
por los ojos de los gorriones”, oímos a la protagonista de El sueño de Ellis
–The inmigrant-. [Película que representa “la doble moral de un sistema que
necesita mantener la ilusión en una falsa promesa para someter a sus
ciudadanos. La fe juega un papel crucial, pues no es sólo condición sine qua
non de la magia y la religión, sino que constituye un pilar básico del sueño americano”
–Cristina Álvarez, Cuadernos de Cine-.]
Brizna de provisión
12 de julio de 2014
“Bulímicas recopilan
vídeos de las actuaciones de Israel para después de la comida”. Titular de
prensa ficticio.
Brizna de bajada
11 de julio de 2014
“¿Qué no ha ido a
peor? ¿Hay algo ahora comparable a Louis Armstrong o Beethoven? ¿Hay una película
mejor que El tercer hombre? Lo único
que creo que ha mejorado es el documental”. Matt Dillon, canciones y películas
en la romana. Cabría puntualizar que sobre la materia actúan magnitudes físicas y, por lo tanto, está
sometida a cambio. Puede engordar poco a poco, como Dante frente a Petrarca, o adelgazar
de súbito, como Cela o el arte de época o media
o de la vida social del momento. “Nuestros
héroes eran grandes (…) Algo ha cambiado (…) La verdad ha dejado de ser
importante”. Eso sí.
Brizna de vagones
8 de julio de 2014
“Adónde, pues, mis
ojos para buscar tus ojos”. Tino Barriuso. La vida no es viaje, es un punto
muerto zarandeado; sensación apócrifa que la cultura nos pasa por el lomo
con mano de papel. Desconoces si eres viajero o mercancía. Y por cada palenque
abierto, dos señales de stop. Nunca un guardabarrera pronuncie: “Hoy te queda / La infinita pobreza del que nunca / Tuvo
el coraje de mirar adentro”. Al otro lado, traspasado el cristal, la vida sonríe
con gesto de añagaza. Las gafas de sol te permiten inventar dos párpados tiznados
bajo llave. Si hubo fogata no lo sabremos, el andén rebosa máscaras, igual que
el paisaje. Ruinas sí hay: con vistas al mar. Los dedos se nos antojan huéspedes.
Estrechamos las manos al surrealismo: el peligro está en asomarse al interior,
no al exterior. Un paso al frente. Detrás, como un espía o un guardaespaldas, el
futuro se apacienta. Toma apuntes. No tiene prisa. Llega quieto a
todas partes. Es una res con el cuello torcido, inmigrado de un cuento fantástico.
Alguien lo sabe y canta: ‘Vuelvo con esa chica tan guapa, / que me maltrata tan
bien’. ‘Punto cero’. “La eternidad posada en el instante”. Así son los besos. En
sus raíles comidos descansa la vida. “Y si te acuerdas, / Le dices a la muerte
que espere un poco más”. No vuelve a crecer la hierba en la estación que pisa. Dos
mil catorce. Verano. Ignoramos si es estación causa de otoño o consecuencia de primavera. Si existe, si es
mueca, si impasse, si ha muerto. Si
el convoy que la atraviesa une dos puntos o los separa. Origen y destino, los viajes
persiguen la vida, no la alcanzan. Pero siempre dejan, como ella, cicatriz. Dos
puntos. Como los ojos. Dos puntos son poco. Lo sé porque me los pusieron en la
frente de pequeño. Pero saben a mucho. No los cambiaría por tres. Ellos me dicen ‘destino es el beso que detiene el tiempo en el tiempo’. Pequeñas eternidades de
vida precaria en la que nunca faltan túneles para disfrute de la boca de salida, ya da igual si sonríe.
Brizna de orden
6 de julio de 2014
“Un anciano libera a
su canario antes de suicidarse”. Titular de prensa, año ochenta y
ocho. ¿Han cambiado los periódicos y las personas o sólo ha cambiado el siglo?
Brizna de invisibilidad
3 de julio de 2014
“El amor, como la
luna, cuando no crece disminuye”. Proverbio. A través de la ventana, la luna
recordaba ayer la zona importante, aquella en que anida la redondez que la permite
respirar. El sentido común negaría que es esférica y el sol anda oculto en su
parte visible. La química, presente en el amor, toca sus cráteres
llenos de vida ausente y los atrae. Las máquinas, también las de fotos, son inútiles. Lo sabía
Picasso. La ciencia sigue explicando la parte evidente de las cosas. Y cuando no
crece, también disminuye.
Brizna de pesadilla
1 de julio de 2014
“Soñé con la
realidad. Me desperté aliviado”. Stanislaw Jerzy Lec. Vida no calderoniana.