30 de diciembre de 2015
“Sobresale como
jorobas / el oleaje”. Luis Santana. No hace falta internarse en el mar para ser tragado. Cuando nos tenga comprobaremos si dentro hay dos hombres y un
armario -si está Polanski-. “La sangre / en la mano del asesino / sueña”. Y viceversa. “La rosa, /
¿será también roja / en la oscuridad?”.
Brizna de contraciudad
Brizna de Jardiel
27 de diciembre de 2015
“La belleza de
Palmera era una belleza pensativa: como la de los lirios. Lo cual no quiere
decir que ella acostumbrase a pensar, pues tampoco los lirios acostumbran a
pensar y, sin embargo, su belleza era pensativa”. Jardiel, tan brillante que se podría
hacer con él un collar. Sus libros no deberían descansar en
librerías, sino en joyerías.
Brizna de escultura
23 de diciembre de 2015
“Todo lo que veo me
sobrevivirá”. Anna Ajmátova. Por eso te miro, para eternizarte -la
eternidad no cabe en los ojos, lo malo es que por momentos se convierte en estatua; la memoria
es un museo-.
Brizna de chimeneas
19 de diciembre de 2015
“¿Cómo ser poeta en
nuestro tiempo? / Y digo estar en estado
de gracia, / que es de donde surge la poesía”. Roger Wolfe. En la calle dices
gracia y te responden de nada. “No somos Fray Luis, ni Santa
Teresa, / ni San Juan de la Cruz”. Cruzamos el meridiano de Auswitch y
encallamos en la democracia del espectáculo. “Este mundo en que vivimos / es
como una fábrica”; la gente se realiza a base de horas extra. “¿Quién se saca /
poemas de la manga con todo este barullo / (…) / la poesía se encuentra en
todas partes. / Pero escribir poesía es ver con el oído. / Y ya no vemos nada.
No hay quien vea / lo que oye, ni oiga lo que piensa, / en medio de este sucio
mar de ruido”. Los naufragados no desean llegar a tierra. De la manga sacamos
humo y de la chistera, ratas.
Brizna de época
16 de diciembre de 2015
“Reconstruir el
Pabellón Alemán fue desastroso. Eliminó la fascinación por el recuerdo en blanco y negro”. Juan Millares. El ma es un espacio que existe mientras se experimenta con él. “Las calles
son distintas por la noche”. La obra de Mies albergaba fantasmas. Se construyó
para ser demolida. Aunque aspiramos a la necesaria permanencia, algunas cosas se
hacen para ser temporales; ahí radica su genialidad eterna. “La imagen
degradada interesa más”, es equiparable a la ruina, siempre esplendente. “Por
qué estos momentos duran tan poco”, se preguntaba Adam Zugajewski. Somos una
resta de momentos.
Brizna de alegación
14 de diciembre de 2015
“Habría sido más
prudente no remover uno de los escasos ámbitos de tipo religioso que nos queda (…)
y sin embargo heme aquí arremetiendo contra esas oraciones”. Gombrowicz, Contra la poesía. “Aunque
ya no creemos en casi nada, seguimos profesando culto a la Poesía”. Quizá le
molesta el fenómeno –toma lo mismo arte que poesía en vano- porque no
disocia trascendencia de confesión. Pero en su ataque percibo sonrisas
secretas: “Ningún oyente, por culto que sea, podrá coger el sentido de
ninguna poesía (…) Habría que leer al menos tres veces seguidas un
poema para empezar a descifrarlo. ¿Las ediciones? Sabido es que se
compran miles de libros que nunca serán abiertos”. Le preocupa demasiado el sentido y no el abandono a la forma. Por un momento pensé que la
poesía de la experiencia podría resultar de su agrado, tan coloquial y a pie de calle que,
fuera de un núcleo, parece la suela de un zapato. Pero es un hombre
que gastó suelas y páginas desenredando Ferdydurke
–“Mucho más una Forma-elemento
que una Forma-convención”-, de un modo que [si bien incurre en demasiada explicación; chocante en una persona que descree de la literatura que resuelve problemas en favor de la que los plantea] reclama a mi pensamiento como tres lecturas seguidas con los pies en el cielo. “Los poetas (…) al cerrar los ojos ante la
realidad, olvidan la existencia del hombre concreto y acaban encontrándose, más
allá (…) en una situación catastrófica –llevan así siglos-”. Me pierdo. Ya no sé si censura o elogia.
Brizna de agudeza
10 de diciembre de 2015
“¿Cómo podéis oírme?
Hablo desde tan lejos…”. René Char. Los sonidos esenciales no los percibe el
oído, sino el tacto. “Tantos misterios no han sido penetrados ni destruidos”. El
tacto no siempre es un sentido corporal.
Brizna de Tulp
6 de diciembre de 2015
“No me interesa un
género como el desnudo, especialmente porque trabajo sobre él desde otro lugar:
muestro lo que se encuentra bajo la piel y sus texturas”. Óscar Curieses, Hombre en azul. Sin autopsia no hay
escritura. Sin rasganso el texto es
testo.
Brizna de porfía
4 de diciembre de 2015
“La vida perjudica a
la expresión de la vida”. Pessoa. Contar para vivir. El arte es muerte; nosotros,
mortales. El arte es amor. La vida perjudica la vida. Todo en contra, y obstinados
–en seguir despiertos-.
Brizna de inasibilidad
30 de noviembre de 2015
“¿Por qué no te
seguí para decirte / que en el iris desmayado de tus ojos / encontré agazapada
la mudanza / de un tiempo que aún no sabía / que se estaba pasando?”. Mauricio Herrero
Jiménez. Porque, entonces, no habría poema ni vida. Porque la vida incumplida es la imperecedera.
Y porque es al detenerse el tiempo cuando notamos su transcurso. Precisa hacerse estatua para que, fijados en el anzuelo de su pretérito, advirtamos el desplazamiento. Germine “en el aire el eco / de tus voces”. El tiempo es un desliz de los días. De ellos pende el mundo como un
adorno en una fachada abandonada, que el viento cimbra pero no despega. Abandonamos
el ayer para idear que seguimos vivos. “La luz era la luz
/ cuando fue tuya”. La luz no es de nadie. Es una imaginación. Una mentira, cegadora,
para pensar que no estamos muertos. Somos, también, lo que no hemos sido.
Brizna de procesos
25 de noviembre de 2015
“Una obra de arte no
debe tener el aspecto de una realidad, sino de una idea”. Joubert. Ello nos da
pie a imaginar que en la danza, detrás de cada salto, lo que hay es un deseo de
Ascensión; una disciplina de orante quieto. “Lo importante no está (…) en lo
que pintamos, sino en lo que dejamos imaginar”. Los autores demasiado ocupados en ser entendidos -en que el arte sea comunicación-
convierten la claridad en deletreo. Abolen, sin saber, al lector,
sin margen para el cual no queda más que un emisor; es decir, el autor deja de
existir. “Yo llamo imaginación a (…) volver sensible lo que es intelectual”. La
sensibilidad opera en las neuronas y la piel. Es la idea que cabalga sobre la giba de otra idea.
Brizna de parsimonia
19 de noviembre de 2015
“Como compositor uno
sigue adelante con sus cosas, las fechas de entrega no importan (…) Tengo
canciones que empecé hace veinticinco años y aún no he terminado”. Keith
Richards. El mejor ansiolítico, la lentitud. Permite ver los cadáveres enfermos de los errados
pasar.
Brizna de ritmo interno
16 de noviembre de 2015
“Lo he pasado mal al
publicar [los diarios], era más feliz cuando escribía para mí. No me ha gustado
mucho la experiencia. De hecho, el diario se acabó (...) se autodestruyó”. Iñaki
Uriarte. La agrafía no es el reverso de la escritura, sino la cara de la
coquetería. En la página en blanco todo es perfecto, hay un Malévich. La
excusa de corregir pospone el parto, y no hacer nada, ni garrapatos siquiera, es
a la par conquista y deseo. El placer de criticar a los indolentes mientras
miras por la ventana. “Con la sensación de que me vayan a ver se me estropea un
poco el gustazo (…) Creo que puedo volver [a escribir]”. En las declaraciones hay,
soterrado, un cinismo romántico, una puesta en escena, un apetito, un diálogo con
vocación de monólogo. Una entrada para su diario, que sortea las noticias de la
televisión. “Sí discutía de política (…) pero, a la hora de escribir, no es lo
importante realmente en la vida”. Porque la vida es lo contrario a la
actualidad, igual que la información lo es del conocimiento. Me abstraigo para no comentar los -reincidentes- atentados de París. Uriarte
practica la contemplación. “Me di cuenta en cuanto terminé la universidad. No quería
meterme en una empresa con una nómina, me parecía espantoso. Hablar de esto,
ahora, con la crisis es muy complicado. A mí me parecía que la mayoría de
trabajos eran exploración pura y dura”. Y puta. “Aquello que describió Marx me
fascinaba: por la mañana, pescar; por la tarde, leer; etcétera. Mi gran
objetivo es que nadie me dé órdenes. Sólo he trabajado con horario fijo una
semana en mi vida”. Ya es.
Brizna de paradojas
10 de noviembre de 2015
“Soy consciente del
peligro que la sociedad libre y, más aún, los mecanismos del mercado suponen
para la cultura. Soy consciente, por supuesto, de que casi todo el mundo
prefiere cualquier basura a Cortázar o Hrabal (…) Supongo que una ola de basura
literaria y televisiva invadirá nuestro mercado, y no veo modo de que podamos
evitarlo”. Ivan Klíma, en 1990, recién abolida la censura checoslovaca. La integridad
abunda menos que el sentido del gusto, y ya es decir. Después de tener suprimidos
sus libros, y de verse obligado a barrer las calles de Praga, mantuvo la
lucidez: “En esta libertad recién nacida, la cultura no sólo gana algo
importante, también lo pierde”. Y ahí andamos, cavando, en pos del centro de
la tierra; gracias, libertad. Cuanto mejor, peor.
Brizna de olvido(s)
5 de noviembre de 2015
“No hay más que
invierno en las ramas inmóviles”. Antonio Gamoneda, Arden las pérdidas -2003-. El absurdo es la canción que te cantas al
descubrir que el pasado está despojado de sentido; y que si lo tuvo fue gracias
a ti -a nadie más- y al significado que diste a ese pretérito; a la ficción que permite
al homo sapiens continuar vivo, disfrazada de pensamiento. “Estamos solos entre
dos negaciones como huesos abandonados a los perros que nunca llegarán”. Esas negaciones,
tal paréntesis que no llega a interregno, nueve años más tarde -2012-, en Canción errónea, se extienden como una
mancha de vino: ‘De la inexistencia a la inexistencia / (…) / Un sueño vacío’. Resuelvo
provisionalmente que, si estamos fundados en la limitación, deberíamos llevarla a
gala. De la no existencia a la no existencia. De acuerdo. A la oscuridad termina
acostumbrándose la vista. Le hace descubrir las grietas por que se filtra la
luz. Nos permite, en la batalla, seguir venciendo a la muerte. Llámalo cinismo artístico,
lector, no subsistencia. Subsistir es tener que trabajar. “Todo es presagio”
-2003-. De incumplimientos. ‘La noche, ahora, / se resuelve en presagios’ -2012-. De
nuevo, incumplimientos. ‘Arde / la nieve en el territorio dibujado
por la pobreza’ -2012- donde antes lo que ardía eran pérdidas -2003-. El mapa
es el mismo, cambia la cueva donde lo miras. Nueve años es un paso de página -el
dedo índice caminando hacia el oeste-. El diálogo de todo escritor es un
soliloquio. Como señaló Jorge Tamargo hace dos cafés: “Si el lector no existe,
¿para qué pensar en él?”. Brizna de olvido, nieve perpetua.
Brizna de marcas
2 de noviembre de 2015
“Y solía sucederle
que algunos casuales padecimientos físicos que aquejaban a sus personajes tuvieran
una incierta transferencia”. L. M. Díez, Los
desayunos del Café Borenes. La vida es un espejo de los libros. En este
caso, Ángel Ganizo, narrador, asume el riesgo “como una responsabilidad moral”.
Los libros dictan, además de a autores y lectores, a no-lectores, que son los
que abundan y los alumnos, en definitiva, más obedientes, a pesar de la grafía
y las faltas. No tienen lecturas para rebelarse. Copiaron el acta de su rendición
antes de aprender a escribir. Y cuando oyen una voz -la del mercado, por
ejemplo, resultado de un briefing; o
la de un libro de cuentas; o la del BOE- ellos toman papel y lápiz, y
transcriben fonéticamente. El caso de Ganizo es distinto: no es una persona más libre, pero, o nadie le engaña o elige ser engañado y por quién. “La circunstancia de
su naturaleza enfermiza pertenecía, en buena medida, también a la ficción. Le
gustaba la figuración y el destino del enfermo imaginario (…) ‘Soy un ser
desahuciado. Estoy delicado, estoy en las últimas, lo que me duele es el
duodeno y el desarraigo’”. Parece Larra. El arte marca las pautas. Umbral se vio tan representado en la flor de acequia que terminó convertido en una. Angustia existencial, decía, coqueto, quitándose
años. “La vida como novela y la ficción como vida”.
Brizna de portabilidad
31 de octubre de 2015
“Ustedes no han
comprendido nada, no han visto nada, no han oído nada. Vuelvan a sus casas en
sus coches, tomen sus tranquilizantes y duerman bien”. Les carabiniers, Godard, plano final suprimido. La felicidad ha
de ser justificada a pesar del conocimiento. Ignorancia es ignorancia.
Brizna de Mendoza
24 de octubre de 2015
“Hoy el mensaje de
Kafka está más vigente que nunca”. Eduardo Mendoza. Falsario. “Este premio es
como una transfusión”. Eso sí. Nunca me ha gustado Mendoza. Le di dos
oportunidades y media; las desaprovechó; presiento que si le hubiese dado siete, las habría despilfarrado todas. Pero, como antes que al mundo, hay que ponerse en duda uno mismo, le vigilé a media distancia; incluso asistí
a una conferencia que tuvo el mérito de convertir en un gran anacoluto; etcétera; seguí
comprobando sus escasas dotes para el arte de la escritura. Caerá muy bien, ignoro por qué, pero que le otorguen el Premio
Franz Kafka, ¡con la de blasfemias que soltó por la boca hace unos
años!, y tengo debidamente apuntadas, es delito de
lesa humanidad. Hay que decirlo: Eduardo Mendoza vive en el siglo XVIII o principios
del XIX. Después de leer la noticia del galardón me di con una entrevista a
Peter Handke, que me devolvió a la fe: “La invención y la ficción son la verdad”.
Y la realidad ramploncilla y el decimonónico ‘sentido de la narración’, la
mentira, Eduardo, la mentira. Escribir con plantilla es no escribir.
Brizna de apetencia
22 de octubre de 2015
“El vacío que nos
queda / es el hermoso todo que tuvimos”. Gil-Albert. Hay que amar la vida en su
precariedad; eso la hace interesante. “Como un bosque inmolado”, todo puede,
en cualquier momento, dejar de ser. “El desconocido / (...) / como yo / (…) / tampoco quiere trabajar, /
porque tampoco quiere embrutecerse”.
Brizna de solaz
18 de octubre de 2015
“1 de julio de 1960.
Dudo declararme entre platónico o hegeliano. Entre las Ideas y el Espíritu Absoluto (…)
Día vacío. Inútil”. Ricardo Piglia. Me siento superior: yo he desperdiciado
toda la semana, sin descanso y sin despeinarme. Recurro a los diarios de Pessoa, una
cura de humildad: “10 de noviembre de 1915: día desperdiciado (…) pero no
desagradable; 19 de noviembre: día perdido; 25 de noviembre: un día perdido
pero no desagradable; 27 de noviembre: un día ocioso; 30 de noviembre: día prácticamente
desperdiciado; 1 de diciembre: un día perdido, de nuevo (…) 13 de junio de
1916: y así he llegado a mi vigésimo octavo cumpleaños sin haber hecho nada en
la vida: nada en la vida, nada en las letras o en mi propia individualidad. Hasta
el día de hoy, he probado el fracaso hasta sus últimas consecuencias”. Al portugués sólo le queda acudir a los
gatos para verse superado.
Brizna de pasión
13 de octubre de 2015
“Cuando visité el Museo
del Vicio en París, observé la reiteración de constantes aberraciones sexuales
por vía de restricción, coacción… debería usted solicitar una visita;
naturalmente, también hay cuchillos, guillotina y muchos informes”. Alfred Hitchcock.
El fetichista envidia a los perros, y fantasea ser detenido y convertir al policía
en tonto útil. “Al final de The lodger
el protagonista es atado con unas esposas (…) sicológicamente, la idea llega
lejos”. [Saludos a los limeños] François Truffaut replica: “Creo que no es
exagerado decir que en cierto momento usted quiso evocar a Cristo”; Hitch
asiente: “Naturalmente lo he pensado”. El sexo es religioso en cualquier
fotograma de la vida.
Brizna de redada
12 de octubre de 2015
“Confunden a barbudos
con yihadistas en Suecia”. Titular de prensa. “La Policía (…) recibió un aviso
sobre una concentración de milicianos del Estado Islámico al norte de Jonkoping.
Cuando acudió (…) encontró un club de barbudos haciéndose fotografías”. Si viene
a España se pone las botas con tanta seta neopija hipster.
Brizna de conducta
11 de octubre de 2015
“No voy a la iglesia
porque me tengo que arrodillar y se me rompen las medias”. Lorraine, El gran carnaval -Billy Wilder-. No
está bonito salir desastrada y menos de la casa de dios. Salvo en la física –el roce de los cuerpos-, ponerse de hinojos no reporta beneficios.
Brizna de línea continua
6 de octubre de 2015
“En nuestros labios
pueden florecer alternativamente la blasfemia y el beso”. Camba. Incluso consecutiva.
Brizna de cuestión
3 de octubre de 2015
“Todo lo que es
visible es fotografiable”. García-Alix. Eso, ¿añade o quita valor? Estiras un brazo y acaricias la realidad inmediata como el lomo de un felino. Parece que lo añade, puesto que prosigue: “Lo que importa
es cómo nos acercamos al hecho fotográfico” –especie de alusión al hecho fílmico-. Importa, vaya que importa.
Pero hace quince años o así se te clavó otra frase suya: ‘Me gustaría fotografiar el pecado’. El pecado, de momento, sigue
más invisible que visible; conceptual y puro. Hasta al ultramaterialista Caballero Bonald, a la
vejez, le han salido lentes de aceptación mística. Igual que Buñuel aceptaba el misterio. Ver y/o no ver.
Brizna de Barmen
28 de septiembre de 2015
“El poeta no tiene
por qué dar al lector la solución a los conflictos sociales que describe”. Engels
a Minna Kautsky. Mas no privarse de exponerlos. La tentación social de la escritura, en grado raso,
debería estar superada desde, al menos, el XIX.
Brizna de infiltración
24 de septiembre de 2015
“Pues qué quiere que
le diga, me parece una chapuza, está como torcido”. Un gaditano refiriéndose al puente nuevo de Cádiz, De la Constitución 1812. La Pepa, otra muestra de lo incapaces que somos ante el principio ilustrado. El mismo Goya, más que
Francia, combatía el autóctono iletrado-meapilas. Al pintor lo malinterpretan aún hasta en la
cosa de los toros, cuya representación, contextualmente, habita entre caprichos, populacho, negrura, violencias, mancha, murciélagos, patriotas sañudos y brutalidad. El gaditano se decantaría
por cruzar el agua a braza y votar a Fernando Séptimo. ‘El arte’ le suena a
tener mucho frío.
Brizna de sensibilidad
20 de septiembre de 2015
“Ni cinco minutos de
mi vida me he sentido español”. Fernando Trueba. Declaración mejor que bastantes
de sus películas, máxime pronunciada durante el discurso de aceptación del Premio
Nacional de Cinematografía. A continuación, va el ministro y, como si hubiera
comido ajos, rompe el encanto e improvisa que él se siente español. No es
corrección, es ponerse en evidencia. Mas sólo se entera de que
una copa está mal cogida quien sabe que se toma por el tallo. Un ministro que ignora que la mayor prueba
aprecio hacia un país viene del mismo desprecio no merece el cargo; al menos, el
de cultura. Ignora desde el magnífico “Me cago en España”, de Arrabal, al “Odio
a España desde siempre”, de Ferlosio; y toda la senda de Hombres Ilustres cultivadores
de la autoconsciencia. ¡Si hasta
Thomas Jefferson sabía que el mayor patriota era el disidente! Qué sería de
Austria sin Thomas Bernhard. Todo país cuida a las figuras que lo ponen en
solfa, salvo éste, precisamente debido a su historia ignominiosa que, siglo
tras siglo, elige la sombra y no la luz. A continuación, Trueba reconoce que los premios “hacen a la gente más débil, más tonta y más vieja”, y mi vista barre hacia el titular, premiado hace poco con el cargo.
Brizna de buzón
17 de septiembre de 2015
“La inocencia
siempre se pierde a palos”. Angélica Lidell. Si los didácticos hubieran visto a Kubrick, se ahorrarían la expresión
abrir los ojos.
Brizna de anticipación
13 de septiembre de 2015
“Flaubert veía el
Sáhara entero en un grano de arena oculto en el dobladillo de un vestido de
invierno de Emma Bovary”. Janine R. Dakyns. Quince años después de muerto, descubrían los rayos X.
Brizna de conducción
10 de septiembre de 2015
“Recuerdos
azules y nítidos, como las imágenes que emergen entre los lánguidos barridos de
un limpiaparabrisas”. Capote, Plegarias
atendidas. La nitidez es espejística. Si dura más, es un libro, una pintura, una película; el porvenir va directo al
pasado.
Brizna de registro
6 de septiembre de 2015
“La ética de los
métodos en la captura de las imágenes y la difícil tarea de discernir entre la
realidad de lo que somos y las imágenes que nos hacemos de nosotros mismos”. Carlos
F. Heredero, a propósito del documentalismo. El cine aporta pistas a la
literatura. Diarios, anotaciones, memorias, tan de moda... algunos pretenden
resumir las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en el testimonio de un
frutero rumano a quien robaron una vez la mercancía. El ser humano es
plañidero. Quizá un testimonio de primera mano sea también una contaminación de
primer orden. Una máscara mala, una pantalla de móvil. Heredero, Baumbach
mediante, remite a Godard, siempre aclaratorio: “El documental es otra persona,
la ficción soy yo”. La objetividad es una pared de ladrillo. El inconsciente
sonríe, tantos años confinado en el cuarto oscuro... valga la redundancia.
Brizna de senequismo
3 de septiembre de 2015
“Toda la ciencia de
vivir está en la sencilla blandura de acomodarse en los huecos”. Onetti. Acomodarse en los huecos... parece una carta a Lucilio. Un
receso es una guarida. Almohadas hay por los rincones. “No forzar nada, ser,
simplemente, cada minuto”. Tener que entender se torna tiránico. La razón impele a no usarla.
Brizna de (in)existencia
30 de agosto de 2015
“Vivir es una
enfermedad imaginaria”. Pansaers. Sin ficción nos
habríamos extinguido. Creamos absolutos a partir de tientos.
Brizna de afloramiento
27 de agosto de 2015
“La cultura pone en
el rostro de un hombre una máscara que se encarna y no se puede arrancar;
máscara misteriosa, como precisamente es misteriosa la humanidad cuando se
expresa y no se queda obtusa y mezquina o vil en el comportamiento, en el
código, en las convenciones sociales”. Pasolini. Dentro del arte, la
máscara no oculta; desvela. Y, estrambote, conecta lo culto y lo popular.
Brizna de simulación
24 de agosto de 2015
“Whitman en nada se
ajusta a lo que la mayoría de sus exégetas dice que es”. Bloom. Whitman piensa en
él mismo: es un autor. “Aunque se proclama poeta de la democracia (…)
es difícil, hermético y elitista”. Creyente del arte. “Su autorretrato es puramente
literario, una máscara a través de la cual canta (…) es más ‘cantante
solitario’ que defensor de los ofendidos y los humillados (…) No quiero
sugerir que Whitman es un prestidigitador”. ¿El fingidor de Pessoa? Ni uno ni
otro son fingidores y, al mismo tiempo, un poco: hablan con careta interpuesta
para decir las cosas indecibles en que la verdad se vertebra. “Como mejor
conocemos a Whitman es con la identidad de (…) ese personaje literario o
máscara”. El poeta no es un fingidor aunque finja lo contrario. Barbudo dixit: “Vienen a mí los días y las noches y
vuelven a marcharse, pero no son el mí mismo”. Yo estoy en él, pero él no es
yo. Bloom remata: “Whitman divide su ser en tres: ‘el yo’, el ‘yo real’ o ‘mí mismo’
y ‘el alma’. El Canto a mí mismo viene a decir que no existen las personas hechas de una pieza.
Brizna de bloqueo
21 de agosto de 2015
“La tele reúne a las
personas, el cine las divide”. Godard. La primera es ovina, el segundo tiene
algo de Linneo. La pantalla del móvil pulveriza. “Todos vamos cayendo en el
espejo” –Paz-. [Pantalla, sexta acepción: ‘Persona o cosa que, puesta delante
de otra, la oculta o le hace sombra’]
Brizna de Chirbes
15 de agosto de 2015
“Los viajeros, al
final de sus trayectos, cuando les había parecido insalvable el último golpe contra
los escollos de la vida, encontraban destellos de sí mismos en los cuadros de
Tiziano, del Veronés, de Tintoretto, en el tembloroso brillo de una luna sobre
el agua, y eso los reconfortaba”. Rafael Chirbes, Mediterráneos. ¿Qué última capa de pintura habrá detenido tu
serenidad? “A fuerza de dar tumbos, uno ya ha aprendido que un viaje se resume
por lo general en un solo instante”. Los relojes se detienen en señal de
respeto. Lo aprendieron de los retablos de las iglesias. La quietud es
infinito; la congelación del momento, emisaria de eternidad. Nuestro presente tiene
complejo de derviche giróvago: hace, entra, sale, cambia de asiento, viaja por
viajar, colecciona experiencias, conoce gente. Y, sobre todo, vive en la
exterioridad de la naturalidad, en los titulares y con el dedo en la pantalla. “Sigue
dando vueltas, si acabas de pie” –Bunbury-. Chirbes vivía tranquilo y rizaba rizos: halló sustrato artístico en el realismo. Culto, escéptico-comprometido, esquivo
de trato galante. “Cuando desuellas a un pez, su cuerpo muestra desazonantes
similitudes con el de un ser humano. Prueba a contemplar la agonía de un
insecto a través de una lupa. Descubrirás qué atrocidad, qué convulsiones, qué
manera de revolverse, de abrir y cerrar la boca, la desesperada agitación con
que mueve las patas (…) Liebres temblorosas. He visto morir a mi madre y a mis
tíos. El mismo raleo, la misma respiración entrecortada y sibilante (…) La vida
humana es el mayor derroche económico de la naturaleza. Cuando parece que podrías
empezar a sacarle provecho a lo que sabes, te mueres, y los que vienen detrás
vuelven a empezar de cero (…) La vida es un despilfarro”. En la orilla. Somos lo que somos, no más. Nuestra separación del animal cabe en la cabeza de un fósforo. Tu agonía la imagino como el ladrido de un perro callejero; me gustaría acompañada por alguna blasfemia indolente. Como
Maquiavelo, como Houellebecq, como Peckinpah, pusiste por escrito lo que
desazona. No hay apología, sino apoplejía. Cuando morimos, a la cabeza no le queda carrete y del corazón para qué hablar. Al final, los que fallan siempre son los pulmones. Encharcados por la tuberculosis,
calcinados por un cáncer; paralizados ante un amanecer. Purificarás el
fuego de la incineradora. La temperatura cayó en tu muerte, evocando la claridad demacrada
del invierno.
Brizna de Diario con guantes
14 de agosto de 2015
“Esta noche oí dos
disparos a las tres de la mañana, pum-pum… Serían petardos”. Anónimo, en la barra
de un bar. 14:10; Ejemplo de autocensura. Doy otro trago al café y miro a Eva
Vázquez. Me pregunto si pasamos página, no periódico. ‘No
son petardos, Sancho, son molinos’. En algún lugar, en alguna piel. Piel de asno. A las 8:30 bebía otro café
mirando a Javier Gomá: “La única razón de
ser de la mentira es aumentar la blancura de la verdad cuando ésta se produce”;
“La única manera de perdurar en este mundo caduco es producir algo perfecto o
que aspire a serlo. Sólo la perfección queda y no se la lleva el rastrillo del
tiempo”. Ayer Javier Castán me hablaba de las ruinas –que tanto me gustan-
romanas; de su prestigio desde el medievo hasta hoy; del acarreo. Se da el caso
de que él mismo refutaba su reconvención de antes de ayer: “Pero, Fernando, ¡la
perfección no existe!”. Veinticuatro horas más tarde habla de ruinas, que
en su despiezamiento, factura y evocación resultan… perfectas. Si en los
pecios Ferlosio no viera el eco del horizonte prometido, su agrafía sería
total. Cuatro horas después del desayuno, 12:30, Inés Toharia habla de
la obsolescencia del digital frente a la perdurabilidad analógica. Se
refiere, para mí explícitamente, al amor y la política: “Son los Ciclos de Vida [dialéctica viejo-nuevo]:
nitrato-acetato-poliéster”. El poliéster es el número áureo. “Eastman Kodak
deja de fabricar nitrato a partir de 1948”. El poliéster tampoco se lleva. Uno y otro duran como una ruina. Lo que no perdura es el archivo digital. Habla en connotativo constante, un tiempo verbal-mental
del que se nutren los presentes históricos, que siempre son pasado. Joyce podría
dar una ponencia -muertos mediante-; incluso Huston. Nos abrasamos entre pasado
y presente. El futuro es tan despreciable. “En la primera fase, la emulsión
va adquiriendo un color amarillo o marrón”. El nitrato se quema y no lo salvan ni el agua ni la tierra, que nunca nos es leve. Durante la mañana, pregunté a una persona si habían llegado los árboles y
a otra si había hecho por la mañana un trabajo pendiente. Todos entendieron que
preguntaba lo que preguntaba. La hipermodernidad vive en la denotación. Fácil burlarla. No hace falta ni doblar una esquina. Basta seguir recto. A las
14:18, hablo con Vázquez de la verdad y la mentira en el cine; y pienso en
Gomá. Me dice: “El arte reconstruye. Se parece mucho al comer de una vaca”. Deseo que
pinte o recorte urgentemente una vaca alegórica. 14:40. De vuelta a casa parece que miro
tres escaparates consecutivos. De nuevo, lo denotativo traiciona al espectador
negligente: la verdad es que los uso de espejo. “Rousseau distingue entre un amor
de sí y un amor propio” –Gomá-. Pienso
en Bacon. Si pronunciara su nombre, la Población Mundial Denotativa -cada vez
mayor, cultivada en la multipantalla de la hipermodernidad- pensaría
que lanzo un viva por la panceta ahumada. El pintor, cada mañana se decía, con
justicia y radicalidad –no se puede vivir fuera de ella-: “Mira cómo trabaja la
muerte en esta cara”. En su homenaje me miro en las tiendas. Y poso. Deseo un
trago de poliéster, o, al menos, de nitrato. Solo la verdad permanece. Los que
viven en el realismo no la huelen; siempre constipados. ¿“La
palabra refleja lo que somos”? –Scorsese-. Más: palabra somos, ¿verdad, san Juan? Con
mañanas así de analógicas, ¿quién necesita tardes digitales?
Brizna de inteligencia
10 de agosto de 2015
“Gil de Biedma es un
gran crítico de la cultura, pero un poeta menor, de alcance verbal muy
limitado”. Caballero Bonald. Sólo la alcurnia de la libertad permite tutear
a un santón. Recuerda al rebajamiento que Gamoneda aplicó de Benedetti. “Los
grandes poetas de esa época –prosigue Bonald- son Valente y Barral”. Me obliga a recordar
la apostilla que me hizo Fermín Herrero, después de admitir que Gil
es frío: “Su virtud, esencial, es que renunció a la inteligencia en la poesía”.
Me voy al verso del barcelonés desde las ruinas de mi inteligencia. Siempre tuve predilección
por las ruinas. Hace cuatro días Zunzunegui me disparó al centro: “Las ruinas son
propias de melancólicos”. ¿Gil de Biedma, melancólico? Sí. ¿Poeta menor? Me repito: “Su
virtud es que renunció a la inteligencia”. Eximir a un autor de
inteligencia, descontársela, es como amputar a un atleta sus dos piernas, signifique inteligencia lo que
signifique, nombre exacto de las cosas o su reverso [la matemática no conoce cifra exacta; y la literatura y el arte consisten en imprecisión,
ambigüedad, estilo y juego]. Estrambote: los
cruzados de la sencillez y la claridad que defienden a Biedma frente a
Caballero, defienden también, curioso, a Ferlosio -en tanto que hipotético
contrario-; cuando su prosa es tantas veces un calco deseado de la poesía barroquizante
del jerezano. Un solo ejemplo: “Nuestro siempre querido, benemérito (…) y
gracigordo diario monárquico de la mañana (…) con su amarilleante y torticera
perspicacia populista, la golosa e infalible rentabilidad impresiva (…) Ni por
ensueño se esperaba la ocasión de oro que, a efectos de exprimir hasta el
máximo grado imaginable el potencial suasorio de la ominosa efigie...”. Etcétera. Por
cierto, los versos que anteceden a la renuncia de la inteligencia biedmeana apelan, también, a la
renuncia de leer, sufrir y escribir. O sea, a la vida misma. Llena
de diarios amarilleantes y torticeros. Se supone. Vacía de sufrimiento. Hay muertos más despiertos.
Brizna de guion
6 de agosto de 2015
“Pero no juegues conmigo porque
estás jugando con fuego”. ‘Play
with fire’, The Rolling Stones. Avisamos para no ser traidores, en tiempos que invitan a la traición. “Mejor mira por dónde andas”. El tiempo es
un hatajo de naipes marcados. Demuele y, aun así, te llama y vas. Dublineses de Huston –“La única película
suya que aprecio; Zunzunegui”-, La habitación
verde, de Truffaut. La atracción de la tierra parece salida de una barraca
de feria. La caída precede y sigue cualquier levantamiento. Que siempre es de cadáver. Escalando una montaña. Que siempre pare ratones. El Jagger que empieza
cantando ‘Play with fire’ y ‘Heart of Stone’, tres décadas
después suplica ‘Don’t call me up’. Pasaremos de citar a Deleuze y Baudrillard
a defender la película por encima del autor. Hasta que el aliento
repose como un emisario de la muerte, trataremos de hacer nuestro trabajo
lo mejor posible. El que toca. ¿Alguien piensa todavía que maneja su vida, hoy, setenta años después de Hiroshima -pretexto posmoderno por antonomasia-?
Brizna de infinito
4 de agosto de 2015
“Es justo que Don Quixote nunca se acabase, ya que, en
cierto modo, quizá nunca se pensó para ello”. Santos Zunzunegui. Procastinar significa
llevar las cosas a su máxima expresión. La cuerda que nunca se rompe. “Quizá quiso mantener la película en work in progress”. Acabar algo, materializarlo, es una vulgaridad. “Welles,
melancólico; creativo; incapacitado”. A veces hay que disimular para que no te
deporten. La practicidad es enemiga del alma. Uno vuelve al redil y descubre que nunca se ha
ido.
Brizna de diedro
5 de junio de 2015
“Cualquier parecido
con la literatura es pura coincidencia, como ocurre con el resto de la copiosa
bibliografía de ese autor”. L. Alberto de Cuenca, sobre “el último
bodrio” de Paulo Coelho. Si el común entiende por escritor alguien que perpetra
cosas como las del brasileño, y las de taaantos, qué menos que poder querellarse por difamación en el pensamiento. Casi dan ganas de trabajar
a escondidas, en un chaflán imperceptible, con el deseo de que todos pasen de
largo; y desaparecer tras la sombra de la primera nube. ¿Hablamos de lo mismo cuando hablamos de lo mismo? Que pasen de largo. Apelotonados. Que corten con su cuerpo de no-lectores las calles de la ciudad.
Brizna de reconducción
2 de junio de 2015
“La mediocridad
nunca ha sido tan brillante ni tenido tanta aceptación”. Alberto Corazón. “Esta
mediocridad es un asunto neuronal, casi. No depende de los medios, sino del
pensamiento”. Vidas póstumas.
Brizna de edificios y calles
29 de mayo de 2015
“La distancia inventa ciudades”. José Cardoso Pires. Colorea el negativo. La historia de la imaginación es
un urbanismo de la memoria, o sea, de la nostalgia. Y todos sabemos que una ciudad es una persona. Una
calle, una pierna. Concediendo que fuera como piensas, puede que ya no lo sea. Todo
muta. “Nadie podrá conocer una ciudad si no la sabe interrogar, interrogándose
a sí mismo”.
Brizna de suelo
27 de mayo de 2015
“Habitáculo
hermético y aislado del exterior”. Definición de burbuja. La NASA y la FKA detectan gente en la luna. Tumbada. En urnas. Cual bebés. Les cuesta respirar. Algunos redivivos salen corriendo. A la sombra no se la despista; se la oculta, si acaso, con más sombra. Otros, en cuanto abren la boca, excavan una fosa con los dientes. Se inspira por la nariz, no por la boca. La mayoría nunca se inspira.
Brizna de transposición
24 de mayo de 2015
“Había comprado
tarama, humus, blinis y huevas de pescado; la víspera puse en fresco dos
botellas de Rully (…) La noche electoral se presentaba como un vino de
excelente cosecha (...) un momento histórico”. Houellebecq, Sumisión.
¿Se subirá a la cabeza? Espectacularización, espejismos, gotas de fe. El yo se repliega.
“Mañana es tu cumpleaños. ¿Lo habías olvidado?”. “Sí. Sí, lo había olvidado
completamente, la verdad”.
Brizna de sapiens
22 de mayo de 2015
“A finales del siglo
XX dejé de ser humano”. Nick Cave. Más o menos como todos, no eres tan
especial. En realidad, el acabose está deviniendo en la segunda década del
XXI.
Brizna de tragicomedia
20 de mayo de 2015
“Lo indecente ya no
es lo sexual sino lo sentimental”. Barthes. Lo demás es consumo y ocio
publicitario. Bukowski sólo era un hombre triste que no logró quedarse a vivir
en la vida de nadie. Sabía que picotean los pollos de corral, y que los amorales “se
creen más libres, pero carecen de capacidad de sentir”. Pueriles, quienes
imitan a destiempo su estilo, los que piensan que sexual es natural per se. Ahora, que la música femenina “se ha
convertido en un concurso de zorras” –C. Rosenvinge-, tocan canciones verdaderas,
que hablen de la vida como si tuviera sentido, enfrentadas a la previsión meteorológica. Repasa tu biografía,
tiene forma de catafalco. Lo que no se
puede desunir es lo que nos habrá de separar.
Brizna de soporte
18 de mayo de 2015
“Para conocer bien a
alguien no hay nada mejor que visitar su biblioteca”. Marguerite Yourcenar. ¿Y
si no la tiene? ¿Y si dice que la tiene, pero que es digital y anda oculta en
un teléfono… -como algo vergonzante-? Weinrichter apunta que el concepto
cine tiene que ver con el
dispositivo. Fuera de la sala muere.
Brizna de prioridades
14 de mayo de 2015
“No importa lo bonitas que sean las voces, sólo importa
que digan la verdad”. Sam Cooke. Nouvelle Vague pura y dura. Bonito no, bello.
Brizna de elevación
11 de mayo de 2015
“No puedo aceptar
todo lo que la globalización se ha llevado por delante. Creo en la idea de
Europa, pero no sé si en la idea de esta Europa”. Manolo Blahnik. Parece una cita
sacada de Prophetia, exposición
actual de la Fundación Miró. “Hemos llegado a un mundo incomprensible y vulgar.
Vivimos en un selfie permanente y me
preocupa que los jóvenes crezcan sin memoria”. Hasta un
diseñador de calzado se da cuenta. Y eso que su profesión no le garantiza
los pies en el suelo.
Brizna de angulosidad
7 de mayo de 2015
Brizna de ruptura espacial
5 de mayo de 2015
“Las señoritas de Avignon fue
semiclandestino hasta que pasó a las colecciones del modisto Doucet (…) Doucet
pidió una rebaja por lo feo que era”. Estrella de Diego. En arte; lo subjetivo es superior a lo
objetivo; el horror puede ser bello; y lo feo, hermoso. “¿Se abre con Picasso
la gran línea de la modernidad o se cierra la del clasicismo?”. Tanto monta.
“¿No es el Guernica un constante
diálogo con Goya y Manet?”. La tradición es un presente continuo. Sólo cabe
caminar hacia delante. Con la cabeza vuelta, como Eurídice. Los ríos conectan
geografías a la vez que las separan.
Brizna de sol
2 de mayo de 2015
“El día de mis 37. Y
ya nunca se hará tarde”. Antonio Lucas. Porque el tiempo está fuera del tiempo,
y el arte es un dios sin dios que, tras la montaña, no se pone. Una telefonista desobediente. “Ser joven es hacerse viejo más despacio”. Timbrar cada arruga. Caminar
ignorando que el avance supone un pacto con el horizonte. Picasso murió hecho un bebé, en el espigón. “Cuando un
hombre observa el mar / amplía la nostalgia de sí mismo”, su conciencia de
estar en el mundo disminuye y “aprende a ser lo que ya ha sido”. Entre
las olas del pasado, le devuelven el saludo una pintura, un poema,…; el arte es
una telefonista que, cuando trabaja, escucha las conversaciones. En sus cabales,
clava el sol con una chincheta. Mantiene el espejismo en el cielo, vertedero de
los besos. Hasta hacerlo realidad.
Brizna de arquitectura
29 de abril de 2015
“Su personalidad es
el puente entre las circunstancias adversas y la búsqueda de luz”. Octavio Paz
-sobre León Felipe-. ¿Calatrava sería capaz de uno así?
Brizna de razones
24 de abril de 2015
“La gente siempre
quiere una explicación para todo. Es la consecuencia de siglos de educación
burguesa”. Luis Buñuel. Cuando no entiende una pintura –moderna-, la niega, y esgrime
que está al alcance de un niño. “Y para lo que no encuentra explicación
recurre en última instancia a dios”. A tomar vientos.
Brizna de maullidos
22 de abril de 2015
“Los libros son el
París intangible que nadie nos puede arrebatar. En un mundo de guerras y
corrupción, cabría reivindicar el derecho a jugar (…) Yo juego con mi gato,
pero no dejaría a mi gato jugar con un jilguero”. Gonzalo Suárez. No todas las
personas saben distinguir. Balthus, que sí sabía, eligió vivir con tres decenas
gatos y un montón de muchachas, estas sobre lienzo. “Mientras el Café de Flore
gozaba de una ilustre clientela, llegaron a flotar cadáveres de manifestantes
argelinos en el Sena”. Ellos no leerán. En Siria el gato forma parte ahora del
menú. Un mundo raro, dice la canción. Que sea raro es lo normal. Cada vez que de
una torre cae una campana, las cosas cambian. Todos los días caen. Habrá
que ser cínico y buscar música en su choque contra el asfalto. Y caer
en el silencio para no hacer el ridículo; a poder ser, no de culo.
Brizna de sonido
19 de abril de 2015
“Quiero escucharme
dentro”. Lorenzo Oliván. Ser órgano. De tubos. “Por debajo / de mí suena un
lenguaje / (…) / la madera podrida de no sé qué naufragios” con que comparto
celda. Entonces, si solos, “¿de dónde ese
galope por detrás de mi sangre, / caballo remontando la alta noche?”. Dejémonos
hacer por las ideas. Ellas nos afinan.
Brizna de allanamiento
16 de abril de 2015
“Si la poesía –como la
mayoría quisiera- sólo se instalase en la lengua hablada, malhablada, de
nuestro vivir cotidiano, no habría ya poesía”. Paul Celan. Algunos opinan que
en el allanamiento hay una filosofía de la humildad; en realidad es un delito, lo
mismo que el de morada. Pensemos vivamente en el rodillo asfáltico, ese que,
agarrado a máquina, compacta -allana- el pavimento. Al usar esta técnica, el poeta
hace las veces de suelo y, bajo el rodillo de lo cotidiano, su estilo se despachurra.
Celan, ¡alívianos! “Ofelia como récord de natación”, responde. Lars Von Trier
asiente. Melancólico.
Brizna de Galeano
13 de abril de 2015
“La razón organiza
impulsos y energías que vienen del fondo de las tripas”. Eduardo Galeano. Los
libros te doblan la cerviz. Escribir
no es un propósito de Año Nuevo. Tú eres el propósito de la escritura. “Pero... ¿cómo sabías que dentro de aquella
piedra había un caballo?”. Al XXI cada vez le queda menos de XX. ¿Hasta qué punto La invención de Morel? ¿La proyección será
la verdad? ¿Y Faustine?
Brizna de Grass
13 de abril de 2015
“Cuando se desea un
milagro hay que saber esperar”. Günter Grass, El tambor de hojalata. Vive como si no fueras a morir mañana. Que no sea tu culpa, si no llega lo deseado. “El reverendo
me soltó un manotazo (…) no quería devolverme el tambor, lo que me puso más
furioso y me hizo darle unas patadas”. Rock and roll. Sostén la mirada. Corsé los
oídos.
Brizna de condensaciones
10 de abril de 2015
“Quizás un libro no
sea más que una eficaz, sola y larga palabra”. Lobo Antunes. Desconocida y
condensadora. Quizá no sea más que un sonido real-imaginario. Relámpago
en la atmósfera de nuestra conciencia; una obra completa quizá no sea más que un libro solo, que un proyecto unitario.
Brizna de descrédito
5 de abril de 2015
“La gente que sale
hoy de la universidad es profundamente analfabeta”. Gonzalo Pontón. Ha pasado por
la universidad sin que la universidad haya pasado por ella. Ahí anda, rebuznando, orgullosa, fotografías
y palabras de saldo, sin cuerda floja, pero con red -antisocial-. Cree que el manzano da teléfonos y ordenadores.
Brizna de Oliveira
2 de abril de 2015
“La verdad es un
vestido azul”. Manoel de Oliveira. Árbol centenario del cine. Pensamiento alado. “Un recurso relativamente
fácil es la emoción, que siempre cae en el sentimentalismo. Cuando una persona
está muy emocionada, se cierra. Yo creo en las antiguas tragedias
griegas, que todavía están en lo más alto de la expresión artística. Limitaban
la emoción para cupiese una crítica, un juicio (…) Los realizadores que
defienden mucho los sentimientos y hacen que el público llore y llore no me
resultan familiares (…) Mis películas son un poco frías, como las de Dreyer o
Bresson, porque muestran una ética. El cine comercial usa sentimientos, efectos
emocionales, trucos fantasmagóricos, recursos sentimentales, muy dramáticos,
sólo para producir emociones, y, así, controlar la razón del espectador. Y yo
creo que eso no es arte. El hombre (…) no puede perder su razón”. Su definición de la verdad, acertadísima, conmueve.
Brizna de sentimientos
31 de marzo de 2015
“Hay una visión
romántica equívoca de que la poesía es escribir sobre sentimientos y ya está”.
Fermín Herrero. Ni siquiera la emoción es lo primo. Conmoverse importa más: aúna
piel y cerebro. ¿El amor? Un precipicio sin fondo. Como el océano.
Brizna de astronomía
28 de marzo de 2015
“La Tierra es un
planeta rocoso alrededor de una estrella bastante normal, el Sol”. Álvaro
Giménez. Cuando nos hacen pisar tierra, nos dan con ella en la
cabeza. Vamos, que no la pisamos; nos pisa, y advierte sottovoce: “Tendremos noticias de vida en
otros planetas”. Eso ya no es tan nuevo: un planeta es Pessoa y sus
noticias, el Libro del
desasosiego.
Brizna de colores y sonidos
25 de marzo de 2015
“La vida no está
libre de sus formas”. Wallace Stevens. Dime cómo haces, te diré cómo eres. “La estética
es la medida de una civilización”. Los neandertales se delatan por su comportamiento –instintivo, práctico,
asimbólico-. “El arte (…) es la forma de la vida (…) a menudo indistinguible de la
misma vida”. Inútil. Sagrada.
Brizna de luz, humo y lejanía
23 de marzo de 2015
“Bowie envejece en
un lugar desconocido”. Manuel Vilas. Alguien se lo pierde. De lejos te
ves mejor, ajeno a exámenes y al tiempo. En vez de soplar velas, soplas el humo que dejan al apagarse. “Escondido, esperando la llegada de su setenta cumpleaños”. Los años, más que cumplirse, se acatan. Son un horario laboral. O una fórmula de cortesía alcanzada
con la muerte. Sigues el horizonte. Alguien extendió su alfombra para ti.
Brizna de laberinto
19 de marzo de 2015
“Netanyahu gana
elecciones en Israel”. Titular de prensa. Están locos estos romanos. Sin apoyos en el mundo, a la deriva, más encerrados que el minotauro.
Brizna de alcance
18 de marzo de 2015
“Los Stones han
escrito las mejores canciones del rock. Incluso, al principio, cuando no componían”.
Xavier Valiño. La explosión verdadera no es el epicentro, sino el radio de acción.
Brizna de uno
14 de marzo de 2015
“Ha leído todos mis
libros, incluso los que no he tenido tiempo de escribir”. Adorno, de Calasso. Las
personas que nos conocen saben nuestra bibliografía implícita, futura,
inexistente, absolutamente real, no dependiente de imprenta. A pesar del ansia democratizadora espoleada por internet,
engorrada en la horizontalidad, sólo hay una literatura: el yo.
Brizna de liberación
11 de marzo de 2015
“Un líder judío se
queda encerrado en Auschwitz”. Titular de prensa. Ilusión de indulto,
concedida. “Grababan un programa de televisión coincidiendo con el 70
aniversario de su liberación”. La historia se repite como farsa –‘pieza cómica,
breve por lo común, y sin más objeto que hacer reír’-. Gran teatro del mundo: riamos
antes de que los muermos del XXI nos reconvengan, doblados, con el Holocausto a
cuestas, haciéndole el juego a la posmodernidad política y su pensamiento
líquido, que parece meada de perro.
Brizna de declaraciones
7 de marzo de 2015
“Ser deseada forma
parte de mi oficio”. Charlotte Gainsbourg. La poesía diría lo mismo pero no
concede entrevistas.
Brizna de cepa
5 de marzo de 2015
“Cuando la
transparencia recorre la distancia que separa la palabra del símbolo (…)
comprendemos que el asombro es la raíz del lenguaje”. Basilio Sánchez. Estamos hechos
de pensamiento impremeditado.
Brizna de desprovisión
2 de marzo de 2015
“¿Quién sabe si mi
mayor aspiración no será realmente más que estar sentado a la mesa de este
café?”. Pessoa. Cuanto más cerrado al mundo, mejor le escuchas respirar. “No
toquemos la vida ni siquiera con la punta de los dedos (…) espiemos por todos
los postigos (…) Y sea nuestro desprecio para los que trabajan y luchan”. Sudorosos.
Brizna de impresencia
27 de febrero de 2015
“Morir cotidiano, undoso
/ Entre sábanas de espuma”. Cernuda. En la renuncia hay una vida que no pesa. “Hace
falta saber / Por qué vivimos como moscas”, manejados por los remos del deseo.
Lo chocante que es bajar una montaña y descubrir
que, de repente, estar a sus pies significa otra cosa: ver
que no llegaba a colina.
Brizna de peras
24 de febrero de 2015
“Esa expresión tan
hortera [Marca España] me saca de
quicio”. A. Muñoz Molina. Un país “incívico, ruidoso”, es un sitio plantado de
olmos.
Brizna de idealismo
22 de febrero de 2015
“La Belleza es el
brillar de la Idea a través de la materia”. Hegel. A veces ilumina, siempre hiere
por su dimensión sicológica, tan poco humana, ciclópea, aun grano de arena, asemejada a los
dominios de la Gran Penumbra: “Por grande que seas / No eres más grande que la
Muerte”. Tagore. Levita para que sus pasos no nos despierten del sueño que
llamamos vida.
Brizna de elongación
18 de febrero de 2015
“A veces hay que
tener fe en la gente”. W. Allen, Manhattan.
Aunque no haya compluvium en
casa y las ciudades-Estado sean Mónaco y el Vaticano, seguimos habitando
polis.
Brizna de ramas
14 de febrero de 2015
“Repito los nombres
que ofrecen un nido”. José Hierro. Hay más islas, pero no tienen tesoro.
Brizna de pronaos
10 de febrero de 2015
“Nada se pierde: / el
tiempo se aglutina en el alma”. Ana Blandiana. No hay sumideros. Todo es ciclo
hidrológico. Metemos un pie en el mar sin pensar en ello, no muramos de consciencia, ahogados en la memoria.
Brizna de noche
7 de febrero de 2015
Las ventanas ayudan
a encuadrar la vida. Deberíamos salir a la calle, por la mañana, con una en los
ojos; dispuestos a elegir el mejor plano posible, incluso al cruzar una calle.
La realidad es un montón de cristales rotos que tenemos que unir, pieza a pieza
o eligiendo la mejor parte por el todo.
Desde la cafetería,
el coche es un plano; el árbol, un plano; la luna, una luna. El plano, un
almacén de pupilas; la vida, un plano inclinado. Desde dentro, la noche es la
noche, un solar estanco al día; ella, él, la misma secuencia, el mismo adeéne.
Desde fuera, la
noche permite el día, que no es la noche al revés sino un revés de la noche.
Desde fuera, el
coche son sus asientos; el árbol, la clorofila; la luna, una estrella.
El exterior es una pantalla. El interior, un espejo.
Desde dentro, afuera estás tú; desde fuera, obligas a
existir a los demás con tu mirada.
Brizna de favila
3 de febrero de 2015
“Cuando se acaba el
aire que acariciaba el labio”. Francisco Brines. Surge el viento negro frío del
destierro. Todos somos, hemos sido, seremos, apátridas de un cuerpo glorioso,
al menos, de alguno de letra. Y en la tarea capitular del alejamiento, el color
mosca de la verja que dejamos atrás nos adquiere. “¿Es que, acaso, estimáis que por creer / en
la inmortalidad, / os tendrá que ser dada?”. La eternidad no forma parte del
cuerpo, sólo de las cosas que este toca mientras dura.
Brizna de fe debida
27 de enero de 2015
“Pájaros no: memoria
de pájaros”. Vicente Aleixandre. Parece decir Esto no es una pipa. “Sois eco (…) pluma vil (…) muerte materia
sorda”. Necrófilos, desinencias del mundo artístico, moramos el
pasado y vamos tras el reflejo o la sombra de cuerpos e ideas. El
sonido irrepetible nos mira, burlón.
Brizna de algoritmia
23 de enero de 2015
“En el arte, como en
el amor, a veces hay que elegir entre sentir y entender”. Kandinsky. Probablemente
sentir sea el punto y entender, la recta. Dije que el amor siempre tiene algo
de amour, y, por lo tanto, de fou, y me respondieron: “El arte también”.
Las entrañas son un patio de colegio. Quiero pensar que lo impremeditado tiene
una lógica interna, un reloj que va dando las horas, al que no sabes si dar
cuerda o quitársela, y saltar con ella a la comba. ¿Por qué la geometría
euclidiana suena ginecológica, y, en lingüística, contempló el punto y coma y no la recta y
punto?
Brizna de mónadas
20 de enero de 2015
“El deber del arte
consiste en mostrarnos la complejidad de la existencia, a fin de volvernos más complejos,
en analizar cómo funciona el mal, para poder evitarlo, e incluso el bien, quizá
para poder aprenderlo”. Javier Cercas. Sin lecciones ni utilidades prácticas,
siguiendo el código moral de la verdad. El arte nos vuelve más sofisticados, no
mejores. “Ni rehabilitación ni absolución; aunque tampoco una condena. Lo que
quiero es saber quién es usted”. Una sala de exposiciones no es una facultad de
Derecho. Una sala de cine no es un tribunal. La literatura, la pintura y el
cine no persiguen un fallo, sino, todo lo contrario: acertar.
http://www.ieturolenses.org/revista_turia/index.php/actualidad_turia/cat/conversaciones/post/javier-cercas-quien-no-asuma-riesgos-que-no-sea-escritor/
Brizna de Portugal
17 de enero de 2014
“La saudade es una nostalgia al futuro”. Antonio
Tabucchi. El italiano intenta dar definición a una palabra que no la tiene
ni en portugués, a la que el diccionario Morais adjudica, quizá tras el
eco escondido de un fado, “melancolía causada por el recuerdo de un bien perdido”, siempre, “recuerdo dulce y triste a la vez”. Tabucchi lleva la evocación al
terreno de la convocatoria. “Un gran lingüista ha dicho que es imposible
explicar el sentido de la palabra queso a una persona que nunca haya probado el
queso”, y eso que está al alcance del ratón. ¡Tantos espantapájaros
pasan por personas! “La saudade
nada mejor que experimentarla (…) el mejor momento es obviamente el atardecer (…)
pero se prestan perfectamente ciertas tardes de niebla atlántica, cuando sobre
la ciudad desciende un velo y se encienden las farolas”. La saudade es cuestión, pues, como todo, de
atmósfera. “Nostalgia al futuro”. El futuro no es más que pasado –todavía- no
sucedido, pasado por suceder.
Brizna de sustrato
14 de enero de 2015
“La imaginación no
existe, es memoria fermentada”. António Lobo Antunes. Racimos de uvas, la ficción
que pisamos. Como vino se irá. Nos quedaremos
a solas. Sin nadie dentro. No habrá mentiras. Seremos tierra por las aceras, ocultos como un tesoro. Crecerán hierbajos.
Brizna de ejercicio
10 de enero de 2015
“No hacía deporte
alguno. Andar no era deporte, al menos para él. Y, sin embargo, se imaginaba
que al andar realizaba un deporte propio y que él era su inventor: marcha de obstáculos”. Peter Handke, La gran caída. El que anda su mal
espanta. “Procuraba superar los obstáculos por vía directa. La condición era no
salirse del ritmo”. Dejar a pulmones ser batuta. “Excepto en casos de
necesidad o de urgencia, correr no le interesaba en absoluto. ‘Correr me
horroriza’. Si le salían al encuentro corredores moderaba expresamente la
marcha”. Siempre que veo a un apóstol de la prisa pienso que tarde o temprano
irá camino del trabajo -también, corriendo-.
Brizna de trecho
9 de enero de 2015
“Tal vez las notas
de un dietario sean poemas no logrados”. José Carlos Llop. Tal vez nuestros
actos cotidianos, vida no alcanzada.
Brizna de secularización
7 de enero de 2015
“El ateísmo hoy está
muerto, el laicismo está muerto, la República está muerta”. Michel Houellebecq.
La hipérbole es una figura literaria. Al día siguiente, un
atentado estremece París. “Los terroristas hacen un máster en
Siria e Irak” -Florentino Portero-. Hicimos de esos países
un campo de entrenamiento y les pagamos las armas. Es el
occidente paradójico del frentismo ciego, como el de algún articulista
de Le Figaro. Muy etnocéntrico, incapaz de distinguir islámico de islamista. “Lo que
hay es una guerra civil cultural dentro del islamismo, no el islam contra
nosotros”, dice Portero, opuesto a Huntington. “Van contra los
musulmanes normales e, indirectamente,
contra nosotros porque influimos en los islamistas normales. Es algo antropológico”.
Brizna de extravío
4 de enero de 2015
“No me acuerdo de
sus últimas palabras”. Jean-Claude Romand, sobre su mujer. Las brumas ocultan,
no destruyen; pero la muerte actúa como un zumbido, extendiendo su alfombra
negra por los bulevares de la vida. ¿Cabe no haber sido una cosa que fue?, ¿las palabras que existieron no existieron?, ¿se puede anular el pasado como una reserva de hotel, y que, en la agenda, al final, no quede rastro?