2 de mayo de 2015
“El día de mis 37. Y
ya nunca se hará tarde”. Antonio Lucas. Porque el tiempo está fuera del tiempo,
y el arte es un dios sin dios que, tras la montaña, no se pone. Una telefonista desobediente. “Ser joven es hacerse viejo más despacio”. Timbrar cada arruga. Caminar
ignorando que el avance supone un pacto con el horizonte. Picasso murió hecho un bebé, en el espigón. “Cuando un
hombre observa el mar / amplía la nostalgia de sí mismo”, su conciencia de
estar en el mundo disminuye y “aprende a ser lo que ya ha sido”. Entre
las olas del pasado, le devuelven el saludo una pintura, un poema,…; el arte es
una telefonista que, cuando trabaja, escucha las conversaciones. En sus cabales,
clava el sol con una chincheta. Mantiene el espejismo en el cielo, vertedero de
los besos. Hasta hacerlo realidad.