Brizna de Portugal

17 de enero de 2014

“La saudade es una nostalgia al futuro”. Antonio Tabucchi. El italiano intenta dar definición a una palabra que no la tiene ni en portugués, a la que el diccionario Morais adjudica, quizá tras el eco escondido de un fado, “melancolía causada por el recuerdo de un bien perdido”, siempre, “recuerdo dulce y triste a la vez”. Tabucchi lleva la evocación al terreno de la convocatoria. “Un gran lingüista ha dicho que es imposible explicar el sentido de la palabra queso a una persona que nunca haya probado el queso”, y eso que está al alcance del ratón. ¡Tantos espantapájaros pasan por personas! “La saudade nada mejor que experimentarla (…) el mejor momento es obviamente el atardecer (…) pero se prestan perfectamente ciertas tardes de niebla atlántica, cuando sobre la ciudad desciende un velo y se encienden las farolas”. La saudade es cuestión, pues, como todo, de atmósfera. “Nostalgia al futuro”. El futuro no es más que pasado –todavía- no sucedido, pasado por suceder.