27 de diciembre de 2015
“La belleza de
Palmera era una belleza pensativa: como la de los lirios. Lo cual no quiere
decir que ella acostumbrase a pensar, pues tampoco los lirios acostumbran a
pensar y, sin embargo, su belleza era pensativa”. Jardiel, tan brillante que se podría
hacer con él un collar. Sus libros no deberían descansar en
librerías, sino en joyerías.