15 de julio de 2014
“Caía la noche.
Cantaban los pájaros. Los pájaros estaban, se me ocurrió decir, representando
una frenética celebración del fin del día (…) Desde más allá del bosque, como
por común acuerdo, abandonaron sus árboles y ascendieron hacia el
cielo. Me uní a ellos, volé entre ellos, no me reconocieron como algo ajeno, y
fui feliz, tan feliz, porque por primera vez en años, y para siempre, no había
matado, y ya nunca lo haría”. ‘Escapar de La Cabeza de Araña’, relato de George
Saunders. Sólo nos queda ser inocentes. Huir de vidas mezquinas, rastreras,
propias de ratas. Mejor la de los pájaros, siempre. “Mi madre decía que dios nos mira
por los ojos de los gorriones”, oímos a la protagonista de El sueño de Ellis
–The inmigrant-. [Película que representa “la doble moral de un sistema que
necesita mantener la ilusión en una falsa promesa para someter a sus
ciudadanos. La fe juega un papel crucial, pues no es sólo condición sine qua
non de la magia y la religión, sino que constituye un pilar básico del sueño americano”
–Cristina Álvarez, Cuadernos de Cine-.]