7 de julio de 2018
“La única
satisfacción que tengo cuando hago una película es que mis amigos la aprecien”.
Buñuel. Tampoco tienen que ser amigos -igual a éstos les interesa el fútbol,
o, sencillamente, no ven cine, y, entonces, qué importa su impresión-. Pero, al fin, se
escribe para tres o cuatro. En caso contrario, la poesía, en lugar de
lectores, tendría -o aspiraría a tener- público. Y Juan Ramón se habría dedicado a la horticultura.