1 de julio de 2018
“Cien años de soledad ha sido la
salvación: (…) tengo por delante unos años de paz doméstica que pienso dedicar
minuto tras minuto a escribir”. García Márquez, meses después de salir el
libro. Qué esforzado y raro oficio. Un músico alcanza el éxito y lo disfruta.
No digamos un furbolista. Un bodeguero. El que regenta un quiosco. El escritor se autocondena a fracasar mejor.