13 de abril de 2018
“De lo que
en verdad se trata, imagino, es de impedir que el lenguaje pase por pura
inercia de un libro a otro y se convierta en parodia, adormecido por la energía
del impulso adquirido”. Sergio Pitol, El
arte de la fuga. Que en la obra de un autor los libros se comuniquen debe significar,
precisamente, que nunca son el mismo libro. Las inercias debilitan y enlentecen
más que el freno. Repetirse es una mortaja. Una sábana para dormilones.