24 de octubre de 2011
“Hay en el mundo unas islas que ejercen sobre los viajeros una irresistible y misteriosa fascinación. Pocos son los hombres que las abandonan después de haberlas conocido. La mayoría deja que sus cabellos se vuelvan blancos en los mismos lugares donde desembarcaron. Hasta el día de su muerte, a la sombra de las palmeras, bajo los vientos alisios, acarician el sueño de un regreso al país natal que jamás cumplirán. Esas islas son las islas del sur. Cuentan que en ellas estuvo, en tiempos, el paraíso”. Stevenson, Islas del sur. Hay veces, sin embargo, en que la persona encuentra el paraíso y no se da cuenta y lo abandona en busca de alguna mugre cómoda en la que cobijarse.