19 de julio de 2020
“No hay mejor sitio para esconderse que una confesión”. Rafael Reig. El sigilo sacramental nos protege, a autores y lectores. También la ficción. Que se cruza como una serpiente, desfigurando el camino. Lo que dice Reig va más allá de que en España la mejor forma de guardar un secreto sea escribir un libro. Recuerda, si acaso, a Imre Kertész, al término de La última posada: “Siempre he tenido una vida secreta, y siempre ha sido la verdadera”. La penitencia es seguir leyendo. Madame Bovary siempre eres tú.