1 de agosto de 2010
"Mi éxito tardío ha sido un regalo". Naomi Watts. Esta frase, tan sencilla que parece fabricada para titular de revista intrascendente, encierra verdad. Uno piensa en los JASP -cada generación tiene los suyos-, que no son sino inconscientes aspirantes a yuppie con acné. O en los que van por tercero de no sé qué y se mueren por empezar a trabajar en cuarto. Y, con un poco de mala suerte, lo consiguen. A cuántas no pocas personas les ha atontado tener cosas sin edad de merecer.