9 de noviembre de 2013
“El descenso nos
llama como la ascensión nos llamaba”. William Carlos Williams. El éxito no
es llegar a la gran cumbre. Un alpinista nunca da en ella por concluida la peripecia, sino regresado al campamento. Arriba no hay pulmón que aguante. Caer es una bendición. “Al anochecer, el amor despierta, /
aunque sus sombras, / vivas por la ley del sol, / ahora se aletargan / y se
desprenden del deseo”. La cima mistifica. “El descenso / hecho de desesperaciones / (…) / nos cumple: es un nuevo
despertar / (…) / aquello negado al amor, / perdido en la anticipación, / se
cumple en un descenso, / sin fin: indestructible”. El amor, el éxito, el ritmo, aquello verdadero, todo mora en la meseta.