20 de febrero de 2014
“No volvió a hablarme nunca más en mi lengua; lo hizo en (…)
idiomas que no hablo ni comprendo (…) Quizás por eso tardamos más de una hora
en encontrarnos. No había forma de aclararse”. Enrique Vila-Matas, Kassel no invita a la lógica. ¿Se refiere a una persona… o al arte moderno? “De pronto (…) actué como si hubiera caído
estúpidamente seducido (…) Una especie de instante de armonía que no sabía muy
bien en qué consistía (…) Me fascinaba y no me importaba saber por qué ejercía
sobre mí aquella atracción”. Cuando el sentido
surge, el mundo flota. Cuando dos cuerpos convergen, desaparece la rotación.
“No entendí por qué decía aquello, pero precisamente por esto aún me quedó la
frase más grabada”. El sol en medio. “El mundo real era muchísimo más
sencillo”. Basta abrir los ojos. En los demás hay que cerrarlos. Quedan álgebras
desconocidas, boquetes en el suelo, ardillas vanguardistas. Entender sin entender. Baluartes voladores. “Perplejidad y vida suspendida”.