Brizna de Normandía

6 de junio de 2014

“Puedo hablar con un tipo inteligente de derechas, pero no con un estúpido de izquierdas”. Bernard-Henri Lévy. “Siempre es más difícil ser de izquierdas. La derecha se conforma con el orden de las cosas (…) Europa es una idea, una cultura, un espíritu”. De acuerdo. Ante sus altibajos intelectuales habría que recomendarle el libro-poema Žižkov, de Fermín Herrero, años escondido como la razón. “Europa, / los mercaderes: somos lo que perdimos y aquello / que desechamos, aunque cueste entenderlo, somos / el clamor de su poda / (…) / Europa. Nada cuadra”. Recuerdo mediante, “subimos las torres una a una. Y después, los cementerios / (…) / El insomnio final / de los tranvías / (…) / Europa. Nada cuadra”. Un ruso sale de un sótano de tortura. La Libertad, ¿qué traje vistió? “Televisión la misma. Catálogo / todo, alienado, iguales, sometimiento todo, alienación / (…) / No pronuncies Auschwitz / (…) / No lo pronuncies. Europa. Este es el clima. / El reparto de la ignorancia, galopante / (…) / Todo está por delante y todo / fue. Para que ahora sea”. Sobrevividos. Alimentados con el ardor de la esperanza. Setenta aniversario del día D. “No hay que sobrevalorar el Desembarco: fue en zona oriental donde la Wehrmacht sufrió el noventa por ciento de sus bajas” -Olivier Wieviorka-. Siempre tuve claro que los Aliados no derrotaron al nazismo. ¿Y después? Los propios no entendieron a Vértov ni a Eisenstein. ¿Y después? Los occidentes enseñaron a no leer. ¿Y después, o sea, ahora? “Dentro de lo antiliberal está la antilibertad”, de nuevo Henri Lévy. Defiende ser libre, pero detesta a los enamorados de la libertad porque olvidan la igualdad. En estos momentos, seniles, en que no controlamos ni el fondo hacia el que empujar el barco, ¿morimos de inteligencia o de estupidez? Morimos con la libertad en los talones, vestidos como en un día de boda. Y, ¿después?