Brizna de sala vacía

22 de octubre de 2017

“Me gusta ir a los cines cuando están vacíos”. Gonzalo Suárez. Como la cabeza de un mandamás. Sin toses. “Al restaurant también. Que haya poca gente y se pueda hablar”. Proyectan El extraño caso del doctor Fausto (1969). Acude a presentarla y no le molesta ver cuatro espectadores. Al contrario. Se crece: “Estamos en un momento ideal”. En tiempos de vulgaridad programada, lo extraño contiene la clave del acierto. “Añoro una partida de ping-pong”. La pelota marca, entre pala y mesa, el paso del tiempo por un mundo que se agota. En presencia de nadie. En silencio.