7 de abril de 2011
"Todo lo borra el tiempo como las olas borran / los trabajos infantiles sobre la allanada arena". Son los primeros versos de 'Contemplo a menudo el cielo de mi memoria', poema inédito de Marcel Proust en España hasta que a la revista Turia le ha dado por acercárnoslo a través de Mauro Armiño, editor de Los placeres y los días en Valdemar.
Proust arremete: "Todo lo borra todo el tiempo mas no apaga los ojos (...) Joyas robadas de su vivo joyero / a mi corazón lanzarán sus duros reflejos de piedra (...) Joyas demasiado preciosas. / Constelad por siempre el cielo de mi memoria (...) fulgid como aureolas". Y: "Borra como una bruma el olvido de los rostros (...) Todo lo borra el tiempo, la intimidad de las noches, / mis dos manos en su cuello como la noche virgen".
No evito interpretar las joyas como símbolo de la memoria, del pasado revestido de nostalgia y tiempo suave, obligatoria y progresivamente ignoto.
"Pero es dulce tener para un sueño estas heridas / y vuestro recuerdo como una fiesta fulge".