11 de septiembre de 2011
“Abril es el mes más cruel, hace brotar / lilas en tierra muerta, mezcla / de memoria y deseo”. T. S. Elliot. No hay mayor crueldad que mezclar la memoria y el deseo. Atiendo a Roberto Cueto, a propósito de la envolvente y magistral El año pasado en Mariembaud. Tomo nota: “La experiencia amorosa es una realidad alternativa, sincrónica, alejada del tiempo, una nube, la separación del mundo. La experiencia amorosa se queda grabada en la memoria y si la historia se frustra siempre tendrá lugar el recuerdo de la experiencia feliz, impregnada como una sicofonía. Esta película, de estructura nada lineal, es de las que mejor explican ese proceso”.
No cabe duda: hay, a la vez, en la memoria una negación evidente y progresiva de lo vivido, perdido para siempre, y la felicidad enquistada del pasado, de la que nunca nos repondremos. El pasado nos abandona dejando trazas de lo que fue, pero, como viene a confirmar Je t´aime, Je t´aime , también de Resnais, no podemos librarnos nunca de su peso.