15 de septiembre de 2011
"La inquietud social no está a la altura de la situación". Isaac Rosa. El novelista critica que se piense "en la recesión como algo coyuntural" y encuentra el 15-M insuficiente. En su último artefacto, La mano invisible, sitúa el problema en "la organización de las relaciones laborales, no en la productividad".
Si el mal está en la base, habrá que cambiar los cimientos. Me sonrío al ver cómo Rusia, China, Brasil e India, todos, de órbita más o menos comunista, ofrecen, con el aire que les sobra, respiración artificial a Europa. Al fin y al cabo los Estados ya salvaron a los bancos hace nada en plan marxista. Japón y Estados Unidos, iconos del capitalismo conservador, perdón por la redundancia, van poniendo la barba a remojar. Los primeros ya rechazan la energía nuclear; los segundos ven rebajada su calificación, baten récord de pobres, tienen Detroit paralizado y California en quiebra técnica.
El cambio de paradigma es un hecho. A ver si hacen autocrítica los que deben.