Brizna de buenas intenciones

26 de marzo de 2017

“Gregor tenía curiosidad por ver lo que traería la hermana, pero nunca podría haber adivinado lo que con toda su buena intención hizo después”. Kafka, La metamorfosis. Casi siempre la buena intención es la antesala del desastre. Le gusta ir en sentido contrario al resultado. En la vida emerge como la excusa del que llega tarde a una cita –que si los semáforos, que si un amigo le paró por la calle y le entretuvo, que si el gato maulló…-. ¿Qué decir de la mamá del violador, que no denuncia a su hijito? Acumulan el triple de perjurios. ¿Y del que retira al accidentado de la escena del siniestro, ocasionándole lesiones perpetuas en la médula espinal? En el arte, nadie lo formuló mejor que Gide: “Las buenas intenciones sólo sirven para hacer mala literatura”. Detrás del cambio del título La metamorfosis, magnético, por el soso La transformación supongo que también hay acto buena voluntad.