30 de julio de 09
“Las lámparas de bronceado ya son oficialmente causa de cáncer”. Titular de prensa. Los rayos pera no sé, los manzana tampoco, pero los uva son potencialmente peligrosos. ¡Tanto como el tabaco o el gas mostaza!, remachan la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer. Pocas bromas. Después de años y años de estudio y cautela a la hora de establecer conclusiones, se confirma la sospecha: la piel no padece de alzheimer y su memoria incluye virtual veneno para quien haya abusado de rayos ultravioleta. Por si fuera poco también afecta a la visión y puede producir cáncer ocular.
Las mismas –sí, normalmente, ellas- a las que podías pillar criticando a Jackson por querer volverse blanco, luchaban por acercarse al color del carbón el mayor número de días al año. Lo malo es que, hoy día, el propio Sol es cancerígeno debido, más que presumiblemente, a la contaminación y la debilitada capa de ozono. Como en el terreno sexual, sólo cabe la protección.