17 de agosto de 09
“Es importante que la izquierda entienda que esta crisis no es una crisis del modelo capitalista”. Tony Blair. Je, je. No, lo es del modelo marxista y la regulación de los mercados. Será por eso que se están reflotando empresas con dinero público y estatalizando bancos. A este tío, Blair, aunque con más motivos, le pasó lo que a Aznar: se murió de gusto ante la posibilidad de ser cola de león frente a cabeza de ratón. ¡Vaya cambio! Si hasta se convirtió no sé si al catolicismo o, directamente, al Papa. Es un acomplejado que abjuró de la izquierda en la parte final de su mandato y abrazó el centro –esa estupidez, ni chicha ni limoná- como si fuera su hijo. Que se bajó los pantalones –quizá se dio a la sodomía- para relacionarse de tú a tú con el diablo –W. Bush-. Su mujer daba a entender en su autobiografía que su hijo Leo fue concebido mientras una visita a la familia real en Balmoral. Cuando le pregunta al respecto un periodista, Tony responde: “No queremos hablar de eso, ¿verdad?”. Por mí no vuelvas a abrir la boquita. Pero nunca.