6 de febrero de 2010
"Todo recuerdo es melancólico y toda esperanza, alegre". Novalis. Con carácter general, lo del poeta sajón es verdad. Pero estamos hablando de un romántico. Existe un subtipo de esperanza desesperanzada apreciable en quienes miran pero no ven. O en quienes miran y ven... que no hay nada claro. Pero mantienen la mirada.
Una esperanza fundamentada no es una esperanza. Es una certeza. La esperanza es hermana de la ingenuidad. E hija de aquello que decía Unamuno: madera de recuerdos.
La fe es bonita. Fabulosa. Para Nietzsche, agarrarse a ella significaba no querer conocer la verdad; para Tolstoi, la consecuencia de haber entendido la vida. Están en los antípodas. Pero, como casi siempre me ocurre ante gente divergente que piensa, estoy de acuerdo con los dos.