27 de noviembre de 2011
"Hay que defenderse de los libros (...) te arriesgas a perder a tu familia". Bernard Pivot. Entabla con ellos una relación afectiva, los anota. Pero "te acaban invadiendo". Quizá la única forma de apresar la trinidad de Bloom -la belleza, el arte, lo sublime- consista en escapar del número de libros suficiente. La belleza te puede noquear, mira a Stendhal. Acompañada de las otras dos santidades, ahoga. En todo caso: "Vivimos / en una casa demasiado llena. / Con muebles, versos, chismes, / perifollos y plantas de interior (...) Es lo que llaman calidad de vida (...) El día en que nos llames estaremos / doblemente desnudos" -Carlos Pujol-.