13 de noviembre de 2011
"Quizá no todo sea comunicable". Soledad Puértolas. "... y estemos perdiendo la valoración de lo que no se debe tratar, sobre todo, en público. La técnica nos ha propiciado una manera de relacionarnos fácil, barata, enfebrecida, seguramente enfermiza, y nos ha convencido de que tenemos que usarla (...) Debemos preguntamos, y es un reto que debemos ir asumiendo, qué se pierde con tanta comunicación".
Antes los diarios eran privados. ¿Cómo hemos llegado a este punto exhibicionista, trastornando la intimidad? La tele, ¿ha podido influir? Parece un cruce entre La cena de los idiotas y La parada de los monstruos. Los únicos que no se dan cuenta son los tontos útiles, los bufones, que la habitan. ¿Quién puede sentir algo parecido a respeto por Belén Esteban?