29 de septiembre de 2014
“Debemos cultivar nuestra huerta”.
Voltaire. Tan importante
como la frase de Cándido es saber que se pronuncia frente a un mundo huero, que no progresa, que fue y
será una porquería y, sólo quitando las malas hierbas, podremos
pasear. El mejor calzado, Leibniz y Voltaire apelaban al aguante de su suela, los -buenos- libros. Cada estantería, un bancal. Trabajar con el azadón aleja los males del mundo y lo vuelve soportable.