24 de septiembre de 2014
“Putin no quiere la
guerra, sino reconstruir el imperio ruso”. Adam Michnik. Su política en Ucrania
y en Siria procura estabilidad al resto del mundo. Por él, no se habría depuesto
a Mubarak ni asesinado a Gadafi. De resultas, Israel sería más contenido y el Estado
Islámico, inexistente o casi. El resto, como un niño tonto, lleva más de una década atizando el avispero.