2 de febrero de 09
“… Estos razonadores tan vulgares, incapaces de elevarse hasta la lógica del Absurdo”. Aparte de este verso de Baudelaire, Aute me ha enseñado muchas otras cosas sólo discernibles desde el disfrute de la inteligencia. Por eso, aprendido yo, te quiero obscena y elegante. Surrealista y proporcionada. Capaz de pintar todos los sueños. “Con moño para deshacértelo”. Como una virgen vestida. Consciente de que el sentido del amor nace de la idea de la muerte, como todo.
“Los desnudos de Romero de Torres no son desnudos, son desvestidos”. San Aute. No por otra cosa, amor, te prefiero desvestida. Esto es, vestida para desvestirte y ya veremos si del todo.