7 de febrero de 09
“Desde que odio España me he tenido que quitar incluso de los toros”. Rafael Sánchez Ferlosio, hombre ponderado y artista de la moderación. No aguanta más, se caga en todo y se expresa como sigue: “La patria me carga, es el más venenoso de los conceptos”. No me extraña, fuera del tercer mundo, resulta improcedente. Como también se ha dicho de manera repetida, es el último refugio de los cobardes y los canallas. Las banderas –siempre sobreusadas- nacieron para ser pasto de las llamas.
A Ferlosio le permito hasta los saltos ontológicos: “Es porque Dios existe que todo está permitido”. Aunque me centro en la segunda parte del corolario: esto es un ‘sindiós’. Y, como dice mi amigo y admirado Juan Carlos Soriano, los autobuses no son ateos sino agnósticos. Joder.