26 de marzo de 2010
“No sé cómo te permitimos estar representando a España, bollito de hiel y vinagre. Vamos a una situación dictatorial. Nadie es tan torpe. Da vergüenza escucharte. ¡Hocicado! ¡Rumiante malévolo! ¡Torpe! ¡Lerdo! Además de incapaz, bicho. ¡Hijo de Satanás!: ¿quién te has creído que eres?, si eres la vergüenza de España. ¡Qué espectáculo de despotismo!”. Federico Jiménez Losantos. El déspota.
Todo y todoseguido. Cuesta creer que no se trate del guión de un espectáculo cómico. Ese pirómano de las ondas se expresa así hablando de… Miguel Ángel Moratinos, actual ministro de Exteriores de España y hombre con un currículum diplomático ligado a Europa y sus instituciones para caer tumbado.
Al lado de tales insultos, oírle que Garzón es “inútil” y “trapacero” o denigrando al Poder Judicial es cosa de poco. Lleva años dedicado a captar oyentes rugosos a base de excrementos así. Él solo, con su boca, es capaz de abonar la mitad norte del campo español.
Lo malo de creer en la libertad extrema y neoliberal como en un catecismo, en los derechos como un infinito campo de orégano, es que salen hierbas como ésta.