11 de marzo de 2010
"La máquina, por un error de medida, ha venido a calentar el estómago del hombre, pero ha enfriado su corazón". Miguel Delibes. Esta tarde su corazón caliente se ha empezado a enfriar como la noche. Evidentemente hay una seria falta de equilibrio termodinámico. Derrochamos la energía en ajaspajas.
Hace un mes o así, una multitud se reunía en Berlín, en la Puerta de Brandemburgo, para ver Metrópolis a varios grados bajo cero. Ahí sí hay equilibrio. Y más, con la maquinaria de Fritz Lang presente.
Delibes defendió siempre la tesis proclamada entre comillas en los personajes de sus novelas. Pero la gente, como no lee, no se entera de la incomunicación que padece ni de que hay "un desarrollismo falaz que inmola la naturaleza a la técnica" parejo a "la exaltación del dinero como único valor".