12 de marzo de 2010
"Uno escribe su propia vida, sólo que, por pudor, la escribe en jeroglífico". Francisco Ayala. Las novelas, los artículos, los estudios literarios, no son sino teselas de la biografía personal. Para confundir al personal y que no piense que lo sabe todo, hay que diseminarlas por capítulos y presentarlas en rústica, en tapa o bajo la protección de una cabecera.
Todo lo que uno escribe lo describe. Aunque sea superficialmente. Ayala cuando escribía su Tratado de sociología, sus textos políticos y sus lupas sobre Galdós, Borges y Lorca lo que estaba diciendo es que nació en Granada en mil novecientos seis.
Parecido a lo que Laurence Miller manifiesta respecto de la fotografía estadounidense distribuida en la obra de sus artistas: "Mi colección es una autobiografía no autorizada".